“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
El sistema que ha gobernado el mundo está siendo profundamente transformado en estos momentos. La geopolítica actual, más allá de dañar la alianza transatlántica y aumentar los choques comerciales, deja muy limitada la estructura multilateral que ha ordenado el mundo desde mediados del siglo XX y nos aboca a una peligrosa anarquía global. Para evitar que se precipite en el caos y conflicto, aquellos que nos resistimos a aceptar un mundo basado únicamente en el poder debemos complementar las debilitadas estructuras multilaterales con una tupida red de instituciones informales y acuerdos bilaterales.
Pedro Sánchez llegó a La Moncloa con el relato de tener el Gobierno “más feminista de la historia”. Siete años ha tardado en pulverizarse aquella ilusión. Es llamativo que ahora haya algunas voces esparciendo rumores sobre que podría haber una mano negra, supuestamente, alentando la cascada de denuncias por acoso sexual, con intención de perjudicar al presidente. La paranoia alrededor de cualquier Gobierno es signo de debilidad: ni siquiera hacía falta un nuevo escándalo para que la gota china del feminismo acabe por destronar a este PSOE.
Se acaba el primer cuarto de este siglo y pienso en qué le ha pasado a la industria a la que me he dedicado este tiempo. Se puede resumir en una frase: los medios, a pesar de disfrutar de unas enormes audiencias digitales, han decaído de forma rápida y furiosa. No debo irme muy lejos para justificarlo; solo sacar del armario la caja donde guardo mis primeras nóminas, ajustarlas al euro y al coste de la vida y sorprenderme por su generosidad. O rescatar del mismo lugar algún periódico de principios de siglo, lleno de páginas y de anuncios, es decir, de dinero. La historia de esta agonía importa porque no ha terminado. Como dijo al respecto la exdirectora de este periódico, Pepa Bueno, en un festival de periodismo en Granada, “las mujeres sabemos bien que la independencia es económica”. Tomemos ese viejo ejemplar que anda por casa. Rebosa anuncios de compra y venta de vivienda, de productos de segunda mano, de empleo. Cada uno de esos clasificados acabó convirtiéndose en un servicio digital (Idealista, Wallapop, LinkedIn) que pudo haber sido conservado. No lo fue. Sus responsables no supieron entender ni el futuro ni el pasado: siempre habían servido como plataforma para otros negocios, hasta que dejaron de hacerlo.
A las cinco de la mañana de un viernes cualquiera de diciembre, el trajín en Mercamadrid es constante. Todavía es noche cerrada, pero las luces navideñas que decoran las instalaciones de este gigantesco mercado mayorista —el más grande de Europa dedicado a la alimentación fresca, con 222 hectáreas— delatan que estamos en uno de los momentos más ajetreados del año para las 800 empresas que operan aquí. En el exterior, camiones y furgonetas de comerciantes y hosteleros van de un lado a otro cargadas con la mercancía que han venido a buscar. En las naves, decenas de carretillas transportan palés y cajas con todo tipo de productos. Basta con asomarse a estas cajas para averiguar lo que se comerá en muchas casas españolas estas Navidades: cardos, escarolas, lombardas, gambas, langostinos, pescado fresco y congelado, uvas, naranjas o piñas están listas para salir rumbo a su destino. 9.000 profesionales trabajan en Mercamadrid, pero al recinto acceden a diario unas 20.000 personas. Es, como suelen decir, una pequeña ciudad dentro de la ciudad.
La Navidad ya está al caer, y en estas fechas tan señaladas marcadas por los reencuentros y las celebraciones no faltan las felicitaciones oficiales de las casas reales. Sus perfiles en redes sociales suelen ser el medio a través del que difunden sus mejores deseos para el nuevo año que comienza y alguna que otra palabra más, sin demasiada información relevante. Se trata de una tradición que está cargada de simbolismo, ya que depende del momento personal que esté atravesando cada una de las casas reales y de los capítulos que hayan protagonizado a lo largo del año.
El salón amaneció cubierto de regalos. Era un 6 de enero y el suelo parecía un mosaico de colores: muñecos por liberar del embalaje, juegos con las instrucciones sin abrir y papeles brillantes arrugados por todas partes. Entre ese pequeño caos festivo se movía Martín, entonces de 7 años, saltando de un regalo a otro como quien pisa charcos luminosos. Cinco minutos con un robot. Dos con un coche teledirigido. Un vistazo al libro de dinosaurios. Su madre, María Eugenia (Madrid, 45 años), lo observaba desde la puerta. “A media mañana ya no sabía con qué jugar. Y tampoco sabía cómo calmarse”, recuerda. “Los Reyes le hicieron tres regalos. Pero luego vinieron los de mis padres, mis suegros, mis hermanas, su padrino… y ahí se perdió”.
Francisco Igea ha vivido este miércoles su último pleno en Castilla y León, donde un día fue vicepresidente, otro fue cesado por teléfono y después se convirtió en un intento de justiciero solitario contra un Alfonso Fernández Mañueco (PP) que primero le dio la mano y luego se la soltó. Igea, médico especializado en digestivo, volverá a centrarse en la consulta tras una década marcada por el partido Ciudadanos (Cs), donde entró en 2015 y fue expulsado en 2023. También por un tren político al que Albert Rivera le impidió subir: el de descabalgar al PP de Castilla y León, al mando desde 1987, y pactar con el PSOE, que ganó en 2019. Rivera forzó el tándem con Mañueco, “matrimonio de conveniencia” según el nombrado vicepresidente que acabó en divorcio cuando el PP soltó a Cs para acabar con Vox. Los naranjas se esfumaron e Igea se dedicó, dentro y fuera del partido, a renegar de Mañueco, a quien no volverá a ver en las Cortes.
Quedan pocos días para que se celebre el sorteo de Navidad 2025, para el que se han puesto a la venta 198 millones de décimos. Este sorteo, que se celebró por primera vez el 18 de diciembre de 1812, tiene sus boletos a la venta desde el 10 de julio, según confirmó el presidente de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Jesús Huerta. Este 2025 el precio de cada uno ha sido de 20 euros, pero los loteros ya han abierto el debate para que suba en próximas ediciones a 25 e incrementar la cuantía de los premios.
En un aula de un examen del grado de informática de la Universidad de Salamanca el profesor Javier Blanco se paseaba por los pasillos con unos auriculares. “Me mosqueaba un poco”, pensaba el alumno Víctor Funcia mientras lo miraba, “ese señor aquí escuchando la radio mientras nosotros hacemos el examen”. Pero Blanco no escuchaba ninguna emisora. Estaba intentando captar una señal muy concreta de radio. Y de repente ocurrió: “Me pegó un pico de adrenalina”, recuerda Blanco.
El procés va ser la segona novel·la escrita per Kafka, entre juliol de 1914 i final de 1915, un període especialment fructífer en la producció de l’autor de Praga. Va ser publicada a títol pòstum pel seu marmessor, Max Brod, a l’editorial Die Schmiede, Berlín, 1925; és a dir, molt poc després de la mort de Kafka, que l’havia deixat no solament inacabada —de fet és la que té un final més “tancat” si acceptem que la mort del protagonista, en una novel·la, sol significar la fi de les seves aventures o tribulacions—, sinó també deslligada. Brod va establir una ordenació dels capítols d’El procés com Jahvé li va donar a entendre —cosa que en matèria de filologia no sempre significa un consell fiable—, afegint-hi diversos passatges de l’obra de Kafka que posseïen una certa relació amb l’argument del llibre; aquesta distribució va ser acceptada durant molts anys. Tant la pèssima edició argentina (encara a Alianza editorial), com la de Cátedra, Madrid, van acceptar el criteri de Brod, potser perquè encara no n’hi havia d’altres, o no havien estat consultades.
El procésFranz Kafka Traducció de Joan Ferrarons Club Editor 352 pàgines. 24,95€Martha acaba de cumplir 18 años. Está sentada en su habitación de paredes verde brillante, en Monrovia, capital de Liberia, la ciudad donde nació y creció. Habla con cautela, volteándose de vez en cuando atenta a que nadie entre por la puerta a sus espaldas. Cuando sucede, enmudece, haciendo señas de esperar. Quiere y pide que no se use su nombre real para asegurarse de que nadie escuche lo que tiene que decir sobre la mutilación genital femenina (MGF), que en su país sigue siendo legal y se practica en tres de cada diez mujeres. Incluso, según datos de una encuesta demográfica y de sanidad del Banco Mundial, en algunas regiones del norte, hasta ocho de cada diez mujeres que saben qué es la MGF confirman haber sido circuncidadas.
La modorra monetaria en que se ha sumido el Banco Central Europeo, que lleva tres reuniones consecutivas sin tocar los tipos de interés y este jueves consumará la cuarta, no tiene visos de ceñirse solo al frío invierno. La hibernación, un lujo al alcance solo de quienes han hecho los deberes con la inflación, podría prolongarse mucho más allá si no aparecen cisnes negros en el camino. Así lo estiman los analistas y así lo reflejan las señales lanzadas por Christine Lagarde en los últimos tiempos, comparativamente plácidos en lo geopolítico y lo comercial, frente a un primer semestre de furor arancelario y conflicto en Oriente Próximo.
La economía mundial se asienta sobre una montaña de deuda que no ha parado de crecer desde la pandemia, de forma acelerada en algunos casos, y que va a seguir engordando el próximo año. El pago creciente de intereses, una cuestión acuciante en el caso de EE UU, la refinanciación de los vencimientos y el desequilibrio de las cuentas públicas que no se ve compensado por el crecimiento van a continuar siendo las coordenadas que alimentarán la bola de nieve de la deuda pública también en 2026. El endeudamiento de la zona euro marcará un nuevo récord, y junto a Estados Unidos las emisiones de nueva deuda superarán los tres billones de euros.
Querida Maruja: lo has conseguido. Has pasado a la posteridad. Seguramente, Maruja Mallo estaría encantada de recibir una carta con ese mensaje. Le gustaría conocer la relevancia que ha alcanzado su figura en la actualidad ya que uno de sus objetivos vitales fue que se reconociera su importancia como artista. Quería triunfar. No es una conjetura, solo hay que leer sus misivas para concluir que trabajó para construirse una identidad y que su obra fuera valorada y expuesta en los principales museos y galerías del mundo y por los agentes artísticos más importantes. Accedió a todos, como se puede comprobar en el libro que ahora publica la editorial Renacimiento, Cartas de Maruja Mallo, la recopilación de las epístolas, muchas de ellas inéditas, de la artista que protagoniza la gran exposición Maruja Mallo. Máscara y compás, que se puede ver en el Museo Reina Sofía hasta el 16 de marzo. Y el libro matiza bien el título: “De Maruja”, no a Maruja, una preposición que indica que ella no conservó muchas, las que se conocen son las que atesoraron sus destinatarios, las escritas de su puño y letra, bueno, también las hay mecanografiadas.
Si en la inolvidable Conversación en La Catedral, de Vargas Llosa, la pregunta sobre cuándo se jodió el Perú podía contestarla la política del medio siglo anterior, en El contrabando ejemplar, de Pablo Maurette, la respuesta a cuándo se jodió la Argentina se remonta a los orígenes mismos de la nación, a la práctica durante doscientos años del contrabando de esclavos y al mito de origen de un monstruo tricéfalo nacido del cruce de una india querandí (Teruca) con un europeo (Álvaro). Pero tanto el tráfico clandestino como la teratología le sirven a Maurette no solo como motivos recurrentes en su exploración de la identidad argentina sino como principios constructivos de la obra, y esta coherencia entre asunto y técnica, junto con una prosa de alta elaboración, cruzada de tonos y acentos diversos, hacen que la novela sea el premio Herralde más certero (y literario) de los últimos años.
El contrabando ejemplar Pablo Maurette Anagrama, 2025 344 páginas. 19,90 eurosDesde su propio nombre, con el que aparece registrada en su partida de nacimiento, Rosalinda Galán reconoce sentirse predestinada: “Fíjate cómo me llamo, mi madre me parió ya coplera”. Esta cantante y actriz sevillana de 35 años nacida en Los Palacios, una localidad cercana a la capital andaluza con una fortísima raigambre flamenca, está poniendo patas arriba la música de raíz y el folclore nacional con un proyecto en el que pasa la copla tradicional —de la que es una profunda estudiosa, con una vocación casi antropológica— por el tamiz de la música electrónica. Después de haber cantado en musicales y de haberse escondido tras el nombre artístico de Machita, un proyecto musical con una banda con la que tanto sus letras como sus canciones “eran algo más clásicas”, Rosalinda Galán se destapa.
Nada resulta más contraproducente para el normal desarrollo de un adolescente que un buen ramillete de excusas. Y lo mismo sirve para un futbolista que cobra sus nóminas en millones de euros o un entrenador del máximo nivel. Hay mil proverbios sobre este asunto, casi todos desfasados en la forma, pero muy aprovechables en el fondo, sobre todo cuando la autoría de dichas excusas lleva la firma de quienes debieran fiscalizar el comportamiento del adolescente, el rendimiento del futbolista o los resultados del entrenador. En el fútbol de élite, donde todo se mide en victorias parciales, títulos finales y jerarquía, la excusa nunca funciona como salvavidas, sino como coartada. Y el Real Madrid, desde hace ya un tiempo, ha decidido convertir la coartada en protocolo.
El tiempo pasó y el viaje llegó. Dos meses después de que la Euroliga anunciara que a partir del 1 de diciembre los dos equipos de Israel volverían a jugar en su casa, en Tel Aviv, el Valencia Basket aterrizó en el país vetado en la competición durante casi 800 días por la matanza de Gaza y lo hizo rodeado de una gran opacidad. El club decidió no informar de nada antes del partido de hoy (20.05, Movistar) contra el Maccabi, que finalmente se disputará en el Pais Arena de Jerusalén, y no en Tel Aviv, frente a un histórico con seis Copas de Europa.