“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
Primero fueron tres correos electrónicos hechos públicos por los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. Después, más de 20.000 documentos sin filtrar difundidos por sus rivales republicanos en ese comité. Este miércoles, el millonario pederasta Jeffrey Epstein volvió a colocarse en el centro de la actualidad de Washington con una nueva ventana abierta a su turbio universo a través de los papeles que el Congreso está obteniendo por oleadas de su familia desde agosto.
Es posible que con el ajetreo del día a día te cueste encontrar un momento libre para ponerte a limpiar en casa. Además, en el caso de que tengas hijos o mascotas, ya no es solo buscar un momento, sino que tienes que estar pendiente de recoger las cosas tiradas por el suelo o los pelos de tu gato o perro.
Estos días, Francia ha reforzado el dispositivo de seguridad en las calles. Se han incrementado los controles en las fiestas y en las salas de conciertos con motivo del décimo aniversario de los atentados del Bataclan. Aquella masacre formó parte de una cadena de ataques sincronizados en París en la que murieron 130 personas y hubo centenares de heridos. Desde entonces, la política antiterrorista del país ha dado un giro y algunas medidas excepcionales se han normalizado.
Realiza y presenta:Con información de:Edición:Ana Ribera
Coordinación:Diseño de sonido:Nicolás Tsabertidis
Dirección de Hoy en El País:Sintonía:Jorge Magaz
El debate nuclear entra en escena en la sede de la soberanía nacional. El PP ha impulsado una enmienda desde el Senado para imponer la revisión del calendario de cierre pactado en 2019 y permitir que se extienda la vida útil del parque atómico nacional.
Los tres sindicatos con mayor representación en Telefónica -UGT, CC OO y Sumados-Fetico- facilitarán un acuerdo rápido con la dirección sobre el nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) que planteará la empresa en la reunión a la que han sido convocados el próximo lunes, día 17. Aunque la representación sindical no conoce aún el alcance exacto del ajuste ni sus condiciones, ambas partes han mantenido varios contactos informales y asumen la necesidad de alcanzar un pacto lo más rápido posible. En este contexto, dirección y sindicatos coinciden en la prioridad de apurar los plazos legales para sellar el ajuste antes de que finalice 2025 y han pactado un calendario ad hoc para hacerlo posible, informaron a EL PAÍS fuentes conocedoras del asunto.
Un largo historial de planes con salidas voluntarias y condiciones ventajosasEl nuevo ERE se une a una larga lista de ajustes que han reducido la plantilla de Telefónica en España en cerca del 80% de la que tenía cuando aún era un monopolio público de las telecomunicaciones. Solo entre 1997 (cuando se completó la privatización de la compañía) y la actualidad, la empresa ha pasado de emplear en España de 67.000 a 18.305 trabajadores con los que cerró 2024.
El último ERE firmado en enero de 2024 se saldó con la salida de 3.421 trabajadores con edad de 56 años o más y quince años de antigüedad en la empresa. En cuanto a las condiciones económicas, los nacidos en 1968 percibieron un 68% del salario regulador hasta los 63 años y un 38% hasta los 65; los nacidos en 1967, 1966, 1965 o 1964, se fueron con un 62% del salario hasta los 63 años y un 34% hasta los 65, y una prima por voluntariedad a 10.000 euros para este tramo; y los nacidos en 1963 o anteriores recibieron un 52% del salario hasta los 63 años y un 34% hasta los 65, con la misma prima de voluntariedad.
En el capítulo de complementos, el ERE incluía reversibilidad de las rentas (en caso de fallecimiento, los herederos legales percibirán las rentas pendientes), abono del descuento de la seguridad social del empleado durante el paro, y seguro colectivo hasta los 63 años (y hasta los 65 años para supervivencia).
Anteriormente, Telefónica aplicó un plan de bajas incentivadas (PSI) en 2021 al que se acogieron 2.418 trabajadores, con un coste de alrededor de 1.400 millones de euros. Posteriormente, aplicó otro plan de bajas en 2019 por el que se desligaron de la operadora unos 2.600 empleados, con un coste de 1.700 millones de euros. El anterior plan de bajas se remonta a 2015, que supuso la salida de 6.300 trabajadores con un coste de casi 3.700 millones de euros. No obstante, el ajuste más grande lo ejecutó César Alierta como presidente entre 2011 y 2012, con la salida de 6.800 trabajadores y un coste para la compañía de 2.700 millones de euros.
Zohran Mamdani acaba de alcanzar la alcaldía de Nueva York con una poderosa idea fuerza: facilitar el acceso a una vivienda asequible, una quimera hoy. Su gran promesa es congelar los alquileres de renta controlada en una ciudad en la que los alquileres de 2.000 dólares (1.800 euros) son cosa del pasado desde hace años ―hoy rondan los 3.000, de media― y en la que el alto coste de vida golpea incluso las familias con sueldos que prácticamente en cualquier otro rincón de Occidente harían los ojos chiribitas.
El pasado 5 de noviembre, un coche recorrió durante 35 minutos una carretera de la isla de Oléron (Nouvelle-Aquitaine) embistiendo a los peatones que encontraba a su paso. Dos personas fueron heridas de máxima gravedad. Otras tantas tuvieron que ser atendidas. El hombre gritó “¡Allahu Akbar!” (Dios es el más grande) en el momento de ser detenido. También intentó incendiar el coche, donde transportaba varias bombonas de butano. Su recorrido duró poco más de media hora, pero abrió de golpe la puerta por donde salieron los fantasmas del terrorismo de los últimos diez años.
Hay dos ciudades del este de Ucrania en la que se están librando combates calle a calle. Son las dos conquistas actualmente más codiciadas por el ejército ruso: una es Pokrovsk, en la provincia de Donetsk, y la otra es Kupiansk, en la provincia de Járkov. Ambas son ubicaciones de gran importancia estratégica, pero si todo apunta a que Pokrovsk puede terminar en manos del invasor en el corto plazo, las tropas ucranias han conseguido por el momento en Kupiansk revertir una derrota que en verano se daba por segura.
Al pie de la cordillera violeta del Atlas, desde Marruecos a Túnez, se inicia casi sin transición el desierto. Al principio la mente se siente desconcertada. El viento modifica todo lo que no es él mismo. Algo similar ha sucedido con el destino de sus habitantes.
Un informe del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia ha puesto cifras detalladas a los discursos de odio relacionados con el fútbol y vertidos a través de las redes sociales. Durante siete meses de la pasada temporada de Liga, el Observatorio detectó más de 33.400 contenidos de odio, de los que el conjunto de las plataformas en los que habían sido publicados eliminó solo un tercio. En esa labor, Facebook (un 62% de mensajes retirados) se mostró mucho más eficaz que X (apenas el 10%). La fotografía que resulta del estudio no solo ha servido como herramienta para ejercer ese control, sino también para constatar que los peores y más agresivos prejuicios racistas que campan por los estadios se han trasladado a las redes.
Azahara Nieto (Madrid, 43 años) ha titulado un libro de una manera explosiva y sugerente: La culpa engorda (Ediciones B), y lo promociona con un mensaje revolucionario para estos tiempos: “Aprende a comer libre de culpas, dietas y miedos a través de un enfoque radical para sanar a una sociedad obsesionada con la delgadez. ¿Y si el problema no eres tú, sino lo que te han hecho creer sobre tu cuerpo?”. Recibe una mañana lluviosa de octubre en el centro de Madrid, delante de un agua.
El juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se adentra en su recta final. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo acoge este jueves la sexta y última jornada prevista de la vista oral, cuando todas las partes podrán exponer sus conclusiones tras cinco sesiones anteriores (celebradas durante la actual y la pasada semana) que se han saldado sin que se presente ninguna prueba directa que señale al máximo responsable del ministerio público como autor de la filtración de un correo del abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, reconociendo la comisión de dos delitos fiscales. Por ello, a falta del arma humeante, las acusaciones intentan levantar su tesis incriminatoria con indicios circunstanciales y periféricos que la defensa y la Fiscalía califican como meras “inferencias” sin base.
El empadronamiento en Madrid se ha convertido en un lucrativo negocio. Cuesta entre 50 y 300 euros. Los anuncios son cristalinos, pero ofrecen un servicio ilegal. “Empadrónate en Madrid de manera presencial y sin pagar por adelantado. Confiable y eficaz. Deja tu mensaje”; “Empadronamiento en Madrid centro, hay cupos para quien necesite empadronarse”; “Buenas, si alguien necesita empadronamiento, que avise”. Estos son algunos de los primeros mensajes que pueden leerse entre decenas al teclear “empadronamiento Madrid” en redes sociales como Facebook. El trámite, cuando se hace de manera oficial, es completamente gratuito, por lo que suelen caer en la trampa del pago las personas desesperadas que sienten la necesidad de oficializar su situación en la capital: los extranjeros.
1. No hay un hecho más grave hoy en España y Europa que el deterioro provocado y progresivo que se está produciendo en el Estado de bienestar o modelo social europeo. El escándalo en la sanidad andaluza por la falta de cribados ante los posibles cánceres de mama de miles de mujeres; las excesivas listas de espera por carencia de medios materiales y humanos en el conjunto de la sanidad pública; la falta de personal sanitario y la precariedad en sus condiciones de trabajo; el fenómeno acreditado de que en ciertas comunidades autónomas —en especial Madrid— avanza la privatización de la enseñanza, ahogando las finanzas de las universidades públicas, mientras surgen como setas los centros particulares, son algunos ejemplos de cómo se están deteriorando los derechos sociales recogidos en nuestra Constitución.
Lo primero de todo: ¿cómo están los máquinas? Que no, hombre, que es broma. Dejemos en paz a san David Bisbal hasta que empiece a torturarnos las Navidades con El burrito sabanero y nos den ganas de cancelarlo hasta la próxima canción del verano. Tampoco es este otro artículo sobre Rosalía, santa de todas las devociones desde que su último milagro, digo disco, Lux, haya sido puesto de obra maestra para arriba y se haya convertido en pecado sacarle un pero. Personalmente, no me decanto. Lo mismo me oigo berrear sola con Bulería que se me caen los lagrimones con Berghain si me las echan por la radio. En el arte no tengo más criterio que el de que me provoque algo, lo que sea, menos tedio. Y para todo hay momentos en el día y en la vida. No. Esto no va de buenos ni malos artistas, sino del falso dilema entre alta y baja cultura y de la falta de cintura de algunos para encajar las críticas.
Se llama Kai Trump, tiene 18 años y es la mayor de los 10 nietos del presidente de Estados Unidos. Su padre es Donald Trump Junior. Su madre, Vanessa, mantiene una relación sentimental con Tiger Woods. Con ocho millones de seguidores entre Tik Tok, Instagram, YouTube y X, es una estrella en las redes sociales. Cada imagen o vídeo que publica se vuelve viral. Participó en la campaña electoral de su abuelo para captar el voto joven. Tiene su propia marca de ropa, que publicita en la Casa Blanca. Y es una golfista amateur que este jueves debuta en un torneo del circuito americano, la élite mundial, gracias a una invitación de patrocinio.
Rafa Nadal “está calvo, ya no es el que era”. Es la crítica de Alexander Bublik, número 33 del ranking ATP. Y, al parecer, un constante murmullo en redes cada vez que aparece una imagen reciente del tenista desde su retirada del ojo público. La última la rescataron los haters el pasado 7 de octubre con motivo del llamado Día Mundial de los Calvos. Las críticas se dividían en dos polos: por un lado, quienes decían que, con el dinero que tiene, debería haberse puesto pelo; por otro, aquellos a los que les parecía horrendo que se dejase el pelo tal como estaba y pedían que se rapase por completo. Pocos, por no decir casi nadie, eran los que reivindicaban el derecho de cada hombre a transitar el viaje de la calvicie a su manera. Sin considerarlo un problema al que hay que encontrar una solución.