“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
Después de tanto tiempo, el flequillo de Eduardo Noriega (Santander, 52 años) sigue intacto. Y sí, necesita a alguien que lo mantenga. Al terminar la larga mañana de presentación de su nueva película, Parecido a un asesinato, la maquilladora se acerca a retocarlo para la última sesión de fotos. Volverá a hacerlo cuando pose otra vez en la habitación del hotel. Con esa media melena con la raya en medio, Noriega se convirtió en un icono generacional en películas como Tesis (1996) o Abre los ojos (1997), ambas de Alejandro Amenábar. Al actor cántabro, sin embargo, parece importarle más bien poco. Aguanta estoico los retoques y posa serio en las fotos. Tal vez demasiado. “¿Me he pasado? Como es una película muy seria, hay que posar muy serio”, comenta después con la gracia de quien lo ha hecho mil veces.
El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, en el cargo desde marzo, ha sido acusado de acoso laboral y trato degradante por un sacerdote durante su anterior etapa al frente de la diócesis leonesa de Astorga, donde permaneció desde 2020 hasta este año. Así consta en la denuncia que el cura presentó en el juzgado de esa localidad el año pasado, aún bajo investigación, y que en realidad es la punta del iceberg de un largo conflicto que ahora sale a la luz, también denunciado canónicamente en el Vaticano: este cura relata que fue víctima de abusos sexuales cuando era menor en el seminario de Astorga, pero el caso fue desoído y encubierto por la diócesis en 1993.
La vivienda protegida, destinada a ofrecer una alternativa asequible dentro del mercado inmobiliario, también sube sus precios de venta. El valor tasado se situó en 1.188 euros por metro cuadrado de media en el segundo trimestre. Es la cifra más alta registrada desde que el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (antes Fomento) empezó a publicar en 2005 la serie estadística (el dato es el promedio ponderado de los valores tasados de las viviendas protegidas, pero no refleja el precio máximo de venta legal que, por ejemplo, en Andalucía es de 2.683 euros por metro cuadrado útil y en la Comunidad de Madrid llega a 2.898 euros). El incremento nacional, de acuerdo con la estadística oficial, fue del 1,6%, frente al mismo periodo del año anterior.
La actriz Alexis Bledel (Houston, 44 años) es mucho más que el rostro de una generación. Es el claro ejemplo de cómo tomar el control de tu vida, de tu carrera y de la narrativa que se genera a tu alrededor. Este domingo 5 de octubre se cumplen 25 años desde que una jovencísima Rory Gilmore apareciese por primera vez en televisión por las calles de Stars Hollow, el pueblo de Las chicas Gilmore, la ficción que le dio la fama cuando no había cumplido los 20 años. Pero sus más de dos décadas en la industria cinematográfica se resumen en su discreción y su lucha por conseguir que solo se hable de su trabajo.
Una cola da la vuelta a la manzana para comprar un muñeco peludo con cara de diablillo, dientes afilados y orejas puntiagudas. La escena se repite en Pekín, en Nueva York o en Londres. Detrás de esa fiebre está la empresa china Pop Mart, creadora del fenómeno Labubu y de un catálogo de personajes que la han convertido en una de las jugueteras más valiosas del mundo. Cotizada en la Bolsa de Hong Kong desde 2020, sus acciones se han disparado más de un 200% en 2025 y en los últimos 12 meses acumulan un alza superior al 400%. Su valor de mercado ronda los 46.000 millones de dólares (unos 40.000 millones de euros), más que el combinado de los gigantes Bandai Namco (20.000 millones de dólares), Hasbro (10.000 millones de dólares) y Mattel (5.500 millones de dólares).
La fiesta bancaria en Europa ha continuado en este 2025, con nuevos bríos que han sorprendido a los inversores. El índice europeo de bancos se ha revalorizado el 48% en lo que va de ejercicio, 36 puntos más que el conjunto del mercado. Una euforia que no ha hecho distinciones entre las entidades de diferentes países: el francés Société Générale lidera las ganancias con una revalorización del 111%, seguido del alemán Commerzbank con el 109% de subida o el Banco Santander, con una ganancia para los accionistas del 97%. Y otros españoles como Bankinter, Caixabank, BBVA o Sabadell se apuntan avances superiores al 70%.
Como todo cambia en este mundo, también lo hace el perfil de los coleccionistas de arte. La imagen del magnate más que maduro que puja por un Rothko en una sala de subastas en Londres va dejando paso a la de un joven de treinta y pocos años que invierte desde el móvil, comparte stories de sus stands favoritos desde la feria Frieze Seúl y compra y vende arte digital con la alegría de quien asume que todo en esta vida es transitorio, así que dejar un legado no se cuenta entre sus prioridades. La sociedad del espectáculo que auguraba el filósofo Guy Debord funciona ya a pleno rendimiento, mientras que las redes sociales y sus algoritmos imponen nuevas costumbres. Y nuevas costumbres requieren nuevos términos para designarlas. Para el mercado del arte, este cambio implica el paso de la era del blue chip a la del red chip.
Seamos sinceros ¿Quién no ha terminado de ver una serie que le ha atrapado y ha pensado: ¡Ahí quiero ir! Ese instante en el que una localización reconocible se convierte en deseo de viaje es el núcleo del turismo de pantalla, una tendencia global que ha pasado de ser anecdótica a ocupar un lugar central en la conversación turística internacional. Y, en ese terreno, España juega con ventaja.
Antes de llegar a España y trabajar en la hostelería, Celia Correira (Ponta Porã, Brasil, 40 años) era secretaria del alcalde de su municipio. Viajó a Elche (Alicante) para visitar a su hermana, se enamoró y decidió quedarse. Tenía 20 años. Su primer empleo lo consiguió como ayudante de cocina en un bar de tapas de la ciudad ilicitana. “¿Sabes hacer tortilla?”, le preguntaron. No tenía ni idea. Recurrió entonces a un amigo para que le enseñara. “En aquella época no conocía otra tortilla que no fuera un ladrillo”, recuerda.
Es viernes por la mañana y, en la madrileña estación de Chamartín, se mezclan los viajeros que van con maletas de aquí para allá con un goteo de personas cargadas con grandes bolsas de color naranja. La mayoría lleva varias a cuestas, literalmente a cuestas, porque pesan lo suyo, ya que en su interior hay utensilios de cocina de Le Creuset, una marca francesa conocida por sus codiciadas cocottes de hierro esmaltado, que llegan a costar varios cientos de euros.
El murmullo se multiplica en las entrañas del polideportivo Antonio Magariños, en Madrid, cuando Scottie Pippen (Hamburg, Estados Unidos; 60 años) no camina, sino flota, lento e impávido a la expectación que su presencia genera. No había regresado a España desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, hace justo 33 años, la misma cifra que, muestra sus dedos, orgulloso por la casuística, vestía en la camiseta de los Chicago Bulls, franquicia con la que ganó seis anillos de la NBA. “España siempre me ha tratado bien”, resume mientras se seca las palmas en unos muslos kilométricos que tiempo atrás rebotaban como muelles sobre el parqué. Ahora, menos explosivo, atiende a EL PAÍS en la capital antes de hacer el saque de honor en el All Star de la Inclusión organizado por la Fundación Sanitas.
España se ha convertido en un oasis de atracción de capital extranjero hacia el inmobiliario ante los problemas de otras economías europeas. Los buenos datos macroeconómicos, el tirón del turismo y la demanda de vivienda, entre otras razones, ha puesto al país de moda entre los inversores foráneos. Esa es un de las principales conclusiones que se puede sacar del evento inmobiliario The District, celebrado esta semana en Barcelona. Consultados algunos de estos inversores, explican sus razones para apostar por este sector.
JP Morgan vuelve a liderar la banca de inversión en España de la mano de las energéticas y su reposicionamiento inversor. La entidad de origen estadounidense ha superado al Santander como la firma que más negocio logró completar con éxito en el tercer trimestre de este 2025. Fuentes del mercado señalan que hacía más de un año que no se producía este cambio de guardia entre las dos grandes protagonistas del sector en la península.
El automóvil vive un momento pésimo en Europa, con constantes anuncios de recortes de empleo, tanto entre los fabricantes de piezas como en las marcas, pero España aguanta. El país, que en septiembre superó por primera vez el nivel de ventas prepandemia, se mantiene como un destino predilecto para las inversiones de los gigantes del motor. Sin ir más lejos, las fábricas de Navarra y Barcelona comenzarán el año que viene a hacer los primeros cuatro modelos eléctricos del grupo Volkswagen en el entorno de los 25.000 euros sin ayudas; en Sagunto continúan las obras para tener lista la fábrica de baterías del consorcio alemán; Zaragoza está recibiendo ya ‘la invasión china’ de CATL que junto a Stellantis levantará allí un gigafactoría, con una inversión de 4.100 millones; y Mercedes-Benz está preparando la planta de Vitoria para hacer furgonetas eléctricas en su nueva plataforma VAN.EA a partir de 2026.
Xabi Alonso solo lleva cuatro meses ejerciendo como entrenador del Real Madrid, con unas breves vacaciones veraniegas de por medio, y Fede Valverde ya ha tenido tiempo de pasar de la felicidad y la exuberancia del comienzo a la desorientación desesperada de estas semanas. En junio, en el Mundial de Clubes, flotaba. Hasta rozó un gol de chilena a la Juventus. “Estoy feliz, estoy disfrutando”, dijo después de ganar ese partido de octavos. “Cuando uno se encuentra bien mentalmente, todo fluye de otra forma muy positiva”. Hasta que deja de fluir.
Polémicas, conflictos, declaraciones inoportunas, continua exhibición de disvalores. Es que el fútbol no premia al más honesto sino al más efectivo. Imposible, entonces, entenderlo como una brújula moral. Para acotar el territorio decimos que “lo que ocurre en el campo se queda en el campo”, frase que pretende investir al fútbol de cierta decencia. Pero es un guiño cuasi mafioso: ¿por qué el campo debe permitir lo que la sociedad no?
El regreso de dos ilustres marca el inicio este sábado de una nueva temporada de la ACB. Uno en la pista, otro en el banquillo. Ricky Rubio y Sergio Scariolo. El base catalán vuelve a vestir a los 34 años la camiseta del Joventut, un romántico retorno al origen después de un curso parado en busca de recargar las pilas. El técnico italiano toma de nuevo las nuevas las riendas del Real Madrid tras un curioso intercambio de entrenadores entre el club blanco y España. Chus Mateo hereda una selección cargada de títulos. Scariolo se hace cargo del vigente campeón liguero. Al título opta un Barcelona otra vez reciclado y que suma dos años seguidos sin una copa que morder. Y con razones para creer asoman el Unicaja y el Valencia. Antes de que eche a botar el balón en la Liga Endesa, el conjunto malagueño ya ha ganado un título, la Intercontinental, y otro el valenciano, la Supercopa española ante el Madrid. El calendario es tan maratoniano que ya se han disputado además dos jornadas de la Euroliga.
Desde la grada o, más claro aún, en la pantalla de la tele que transforma a los barcos en figuritas de videojuego, la maniobra que deja a los neozelandeses a la sombra parece hija de la intuición, la ciencia de la navegación, el genio y el tacto de los seis tripulantes del F50 español, el táctico, el trimmer o la estratega, pero, invisible, en un muro bajo las gradas, esquizofrénico, un ojo en el mar, otro en las pantallas de los ordenadores, los oídos reventando con la voz del analista de datos a su lado, y en la boca un micrófono conectado con los tripulantes, Simone Salvà ha tomado la decisión victoriosa. Luego, en la zona mixta, Diego Botín, el conductor del barco, o Nicole van der Velden, la táctica, explican la maniobra que en las orillas de Governor Island, a tiro de ferry de Manhattan, permite al barco español largarse por la calle de más viento y ganar el GP de Nueva York.
Las quesadillas son una receta típica mexicana, que consiste básicamente en una tortilla de maíz o trigo rellena que se sirve doblada, tostadita y caliente. Son un platillo que puedes hacer tan sabroso y a tu gusto como quieras, fáciles de preparar y divertidas de comer. Estas quesadillas las rellenamos de maíz, calabaza y cebolla que asamos en el horno o el grill, lo que aporta a las hortalizas un riquísimo toque tostadito que aumenta su interés exponencialmente.