“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
Cuando finalmente fuimos conscientes de las capacidades de la Inteligencia Artificial (IA), muchos imaginamos que nos veríamos invadidos por falsificaciones de la voz y la imagen de ilustres artistas. Por lo que hemos podido ver hasta ahora, eso no está ocurriendo pero la IA sí parece ser el origen de numerosas canciones de contenido obsceno, atribuidas a vocalistas inventadas (sí, normalmente son vocalistas femeninas).
De entre todos los alumnos de Amadeo Llados, hay dos que han destacado siempre por la ternura que inspiran incluso entre aquellos que se burlan de ellos. Fueron compañeros de piso, se apoyaron mutuamente, y entrenaron juntos hasta que el sueño americano les separó. Hoy les hablaré de uno de ellos, Saizar, que decidió hacer las Américas sin más avales que una maleta llena de sueños.
En el celular de Andrés Orrego, el contacto quedó guardado como Amigo Americano. Orrego, que regenta un pequeño supermercado en el corazón da Yarumal, un pueblo del norte de Colombia, le gustaba la corrección de este hombre extranjero, extraño y desconocido. Se esforzaba en hablar bien español, pagaba en efectivo con billetes nuevos y casi siempre era puntual. Además, compraba a lo grande, como para una multitud: 10 kilos de maní, 25 de naranjas, 10 de berenjena, 100 kilos de papas, 50 cocos, 75 limones… Y luego, sí, cosas más raras: un pescado difícil de encontrar, harina de trigo orgánico, miel pura de una floración precisa. Una semana después de conocer a ese vecino misterioso, Orrego tuvo que acercar incrédulo su rostro a la pantalla del televisor para asegurarse: su amigo americano era el principal detenido en un operativo contra Lev Tahor, la secta judía ultrarradical cuyos líderes han sido condenados por abusos y matrimonios infantiles en Estados Unidos. Los talibanes judíos, como se les conoce, buscaban echar raíces en Antioquia. En su pueblo. Al lado de su supermercado. Colombia, el séptimo país por el que han pasado estos individuos en la última década, se enfrenta a las mismas dificultades que en su momento tuvieron México o Guatemala: no tiene claro qué hacer con ellos ni cómo frenarlos.
El pasado 18 de septiembre, durante la Semana de la Moda de Nueva York, Gwytneth Paltrow publicó un carrusel de fotos en su Instagram que no pasó desapercibido. Entre imágenes del lanzamiento de su firma de moda Gwyn (heredera de G. Label), publicidad del sérum Goop Beauty y vídeos de desfiles en primera fila, la foto de apertura acaparó numerosos titulares. ¿El motivo? La empresaria de 52 años muestra su cara real, con la textura de su piel visible y arrugas de expresión marcadas en frente, ojos y entrecejo mientras sostiene entre sus manos la campaña de su nueva línea de prendas básicas. El comentario de @salljanemerrett —“La primera foto es tan refrescante y real”— originó respuestas como “Sería mucho mejor si todos se vieran así” o “Las mujeres que eligen ser ellas mismas de forma natural me inspiran”. Hace ya tantos años que la lucha contra las arrugas de expresión y la cara de cansancio es el objetivo prioritario de la mayor parte de tratamientos estéticos, que la norma es ver frentes impolutas, entrecejos lisos y rostros relajados.
Una persona cualquiera escucha una canción. Le recuerda a alguien. Desbloquea el móvil, pulsa el botón de compartir y, luego, el logo de WhatsApp. Selecciona un contacto y la envía. Hasta agosto, ese intercambio ocurría fuera de Spotify. Pero la empresa se ha subido a una ola que recorre el universo de las aplicaciones: la interacción dentro de la plataforma. Ahora, los oyentes pueden enviarse mensajes privados sin abandonar el servicio de audio.
El pasado 18 de septiembre, durante la Semana de la Moda de Nueva York, Gwytneth Paltrow publicó un carrusel de fotos en su Instagram que no pasó desapercibido. Entre imágenes del lanzamiento de su firma de moda Gwyn (heredera de G. Label), publicidad del sérum Goop Beauty y vídeos de desfiles en primera fila, la foto de apertura acaparó numerosos titulares. ¿El motivo? La empresaria de 52 años muestra su cara real, con la textura de su piel visible y arrugas de expresión marcadas en frente, ojos y entrecejo mientras sostiene entre sus manos la campaña de su nueva línea de prendas básicas. El comentario de @salljanemerrett —“La primera foto es tan refrescante y real”— originó respuestas como “Sería mucho mejor si todos se vieran así” o “Las mujeres que eligen ser ellas mismas de forma natural me inspiran”. Hace ya tantos años que la lucha contra las arrugas de expresión y la cara de cansancio es el objetivo prioritario de la mayor parte de tratamientos estéticos, que la norma es ver frentes impolutas, entrecejos lisos y rostros relajados.
No es ningún misterio que el pendiente masculino está de moda. En las alfombras rojas, actores como Jacob Elordi o Paul Mescal lo han convertido en un complemento imprescindible. En las calles, estos dos anteriores entrarían dentro de la categoría de los hombres de “el arete y la mullet”, corte de pelo que deja los laterales cortos y la parte trasera larga. La clasificación viene de un audio viral de hace años, pero ha conseguido crear un arquetipo del joven moderno que persiste al paso del tiempo. Ahora es lo que se conoce como el hombre performativo, que cuida cada aspecto de su estética con la intención de hacerse notar. De cualquier manera, está claro que ese pequeño aro, un complemento sin mucha ostentación, pero perfectamente distinguible, lleva años rompiendo todo tipo de barreras. También las de la edad.
Un espeso bigote blanco avanza por los pasillos de la Feria de Guadalajara, indiferente al efecto que causa a su alrededor. Tras él se dibuja una sonrisa afable y pícara, y una boca que fluye entre el catalán y el español con la misma naturalidad con la que un vaso vuelca su contenido en otro. En el país de los bigotes, este no es, sin embargo, el bigote de un hombre mexicano, sino el del multipremiado y querido escritor Eduardo Mendoza, sobre el que todavía pesa el cansancio de un viaje que terminó la madrugada anterior. “La próxima vez, voy a pedir que el premio consista en estar tranquilo”, bromea el flamante Princesa de Asturias de las Letras de camino al salón literario que inaugurará media hora después. EL PAÍS lo acompaña a esta y a las demás actividades de un día en el que todo el mundo quiere intercambiar con él un beso, un abrazo o apenas unas palabras de cariño o admiración.
La startup californiana Science Corp. acaba de anunciar que varios pacientes habían vuelto a leer letras, números y palabras tras la colocación de su prótesis ocular, PRIMA. Algunos incluso páginas enteras de un libro. El avance lo recogió la revista The New England Journal of Medicine. El CEO de la firma, Max Hodak (Estado de Nueva York, 36 años), CEO de Science Corp. habla de todo ello como si hubiera pasado hace tiempo, aunque el anuncio fuera de finales de octubre. Ingeniero biomédico, cofundador también de la empresa de Elon Musk Neuralink, donde ejerció como presidente, fundó Science Corp. en 2021 tras dejar su alianza con Musk. La startup se centra en la recuperación de la visión a través de interfaces cerebro-ordenador. Hodak recibe a El PAÍS en la Web Summit de Lisboa, donde acudió como uno de los ponentes estrella para divulgar los avances de su compañía. Habla serio, rápido y técnico, a medio camino entre el científico y el fundador de startup que es.
El Tren Maya, megaproyecto mimado del presidente Andrés Manuel López Obrador, levantó en cinco años un lazo ferroviario de 1.500 kilómetros por la península de Yucatán. Un tiempo récord presumido como una hazaña por el Gobierno anterior, quien volcó todo el apoyo de la Administración y un presupuesto ilimitado para materializar el proyecto. Y, aunque se aseguró que todo se hizo con respeto y apego a las leyes, la realidad es que el Tren Maya gozó de una protección gubernamental para sus múltiples y reiterados incumplimientos ambientales, como nunca se había visto en el sector. Tanto que se prohibió a las autoridades fiscalizar y sancionar las obras aunque tenían pruebas de graves y repetidos ilícitos que en cualquier otro caso hubieran supuesto clausurar su construcción.
La sonrisa angelical de Khushbakht Shah Jullani esconde una determinación y una sed de justicia implacables. Abogada paquistaní especializada en violencia de género, Jullani es una de esas personas-torbellino que hace que objetivos aparentemente inalcanzables, acaben por cumplirse. A sus 28 años ha logrado la primera sentencia de violencia psicológica de género en su país, donde según la ONU, el 28% de las mujeres ha sufrido además violencia física. Esta joven abogada ha conseguido también tumbar la doctrina del Supremo vigente durante los últimos 136 años que cercenaba la custodia de las mujeres sobre sus hijos.
El primer párrafo de esta novela presenta a Valeria, su protagonista casi veinteañera en 1970, en un piso franco de Londres, viviendo una vida fuera de norma: pertenece, se nos cuenta, al Frente de Acción Revolucionaria, una organización internacional que utiliza la violencia para lograr sus objetivos políticos. Sin embargo, desde el principio hay algo extraño: de madrugada, cuando el mundo resulta misterioso, a Valeria le asalta la sensación de que todo lo que escapa a las pequeñas dimensiones de aquel apartamento no existe. Más significativamente, la voz narradora aclara que la única garantía de su pertenencia al FAR es la palabra de Joel, su amante y mentor (bien pensado, ¿es eso suficiente?). La realidad, pues, parece inestable, y la historia avanza en un tono mesmerizante, a media distancia, como recuerdos que alguien declamase en duermevela, cuando pueden confundirse con los residuos de un sueño, o su anuncio. Este tono, en especial durante el primer tercio del libro, ganador del premio Tusquets de Novela, es el gran éxito de Francisco Serrano. No el único.
El corazón revolucionario del mundoFrancisco Serrano Tusquets, 2025 232 páginas, 19 eurosLe apasionan las novelas que diseccionan las miserias y las virtudes humanas. Utiliza metáforas para diagnosticar las dolencias de nuestras democracias. En una escena, un estanque de ranas comienza a hervir lentamente, los animales se acomodan poco a poco sin darse cuenta de que terminarán cocidos. Cada una cree que es algo marginal, la mirada de las demás paraliza la posibilidad de saltar. La politóloga francesa Chloé Morin (37 años), exconsejera de opinión pública de dos primeros ministros socialistas (Jean-Marc Ayrault y Manuel Valls, entre 2012 y 2016), se ha convertido en una especie de oráculo para entender fenómenos como la desafección democrática, la desconfianza en las instituciones o la brecha entre las élites y los ciudadanos. En su último ensayo, Désalignée (desalineada, sin traducción al español), describe los estertores de una era. Para Morin una gran mayoría se siente huérfana de las grandes narrativas, de las conquistas sociales, de valores, de sentido.
Un vistazo a las canciones más escuchadas en Spotify es suficiente para saber que Olivia Dean (Londres, 26 años) está llamada a ser una de las artistas jóvenes con mayor proyección del momento. Tanto es así que, a pesar de llevar siete años en la industria musical, ahora ha sido nominada a su primer premio Grammy: el 1 de febrero de 2026 sabrá si finalmente se lleva el galardón como mejor artista nuevo. Pero, ¿quién es en realidad Olivia Dean?
Acaba de estrenarse en España Núremberg, la película de James Vanderbilt basada en el libro El nazi y el psiquiatra (2014), de Jack El-Hai, sobre el pulso dialéctico entre Hermann Göring, comandante de la Fuerza Aérea del Reich y fundador de la Gestapo (que encarna Russell Crowe), y el fiscal Douglas Kelley (que interpreta Rami Malek). Y es que justo ahora se cumplen 80 años del inicio de unos juicios que marcaron un antes y un después para la conciencia del mundo (supuestamente) civilizado. Han sido muchas las cintas (sobre todo documentales) dedicadas a los célebres juicios que ajustaron cuentas a los nazis tras la Segunda Guerra Mundial. La más célebre de todas, seguramente, se tituló ¿Vencedores o vencidos? (1961), de Stanley Kramer, con un entrañable Spencer Tracy encabezando una rutilante lista de estrellas. Esa película, sin embargo, no se refiere al primero de los juicios, sino al que encausó a los jueces nazis —por cierto, los diálogos y reflexiones acerca del papel de los magistrados, de gran hondura, tienen un vigor y actualidad estimulantes—. Hay otra cinta del año 2000, Los juicios de Núremberg, protagonizada por Alec Baldwin, que sí se refiere al primer y revulsorio juicio.
A Rui Díaz (43 años, Badajoz) le gusta el terror, ese que no es tangible, que sobrevuela sobre las buenas historias miedo. También es observador, y como profesor de Lengua y Literatura en el IES Castillo de Luna, en Alburquerque (Badajoz), lleva fijándose en cada detalle de sus alumnos desde hace más de 15 años. Aunque ponerse cada día delante de todos esos jóvenes en plena época de cambios pueda dar miedo, él es valiente, por eso la hazaña de escribir su primera novela juvenil, La casa del árbol (Edelvives, 2025), le ha llevado a alzarse con el último Premio Alandar que concede la editorial juvenil más longeva de España.
Según los lapidarios medievales, el rubí estimulaba el ardor sexual y vigorizaba la mente; el diamante se convirtió en la piedra por excelencia de los anillos de compromiso después de que Maximiliano I le regalara uno así a María de Borgoña para sellar su enlace, allá en 1477; la amatista toma su nombre de Amethyste, una joven que pidió ayuda a Artemisa para huir del acoso de Dioniso y mantener su pureza y acabó transformada en una piedra preciosa, sobre la que el dios derramó su vino... Historia, supersticiones y mitos se mezclan a la hora de explicar la fascinación que joyas y piedras preciosas han generado a lo largo de los siglos, y Óscar Martínez (Valencia, 48 años) las entrelaza en el ensayo El jardín mineral (Siruela). Este profesor de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia comenzó a coleccionar minerales de niño, precisamente con una amatista, sin saber aún que los griegos las relacionaban con la sobriedad y por eso tallaban vasos con estas piedras bajo la promesa de que podrían beber sin emborracharse.
Cyber Monday llega con fuerzas renovadas para culminar un mes, el de noviembre, donde el carrusel de ofertas ha sido incesante por Black Friday 2025. En esta ocasión, los lectores de EL PAÍS Escaparate aún tienen tiempo de hacerse con productos que arrasan en Amazon a partir de 50 euros. Pero con unos descuentos increíbles durante toda la jornada en un lunes de diciembre repleto de precios excepcionales: tanto en tecnología, como informática, periféricos, gaming y accesorios y gadgets muy prácticos para el día a día. Hay descuentos hasta del 54%% y ahorros de cientos de euros en marcas punteras.
Entiendo que preguntas sobre lo que suele llamarse telepatía. Esa aparente conexión que al parecer sienten algunas personas con otras muy próximas a ellas o a las que están muy unidas. Para responder a tu pregunta rápidamente te diré que no creo que haga falta acudir a la física cuántica para explicar este fenómeno.