“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
Tras el éxito de su debut literario, Los parques de atracciones también cierran, Ángeles Caballero sentía vértigo cada vez que pensaba en su siguiente proyecto. Las ideas demasiado ambiciosas la bloqueaban, y no podía apartar de la cabeza ese lugar común que asegura que las segundas obras —ya sean libros, discos o películas— están condenadas al fracaso. “Si no publicas algo antes de dos años, el lector se olvidará de ti”, le advirtieron. Hasta que escuchó en casa la clave para salir del atolladero: “¿Por qué no haces algo que te divierta y ya está?”. El resultado es Orfidal y Caballero (Arpa Editores), un dietario sobre la experiencia de la madurez femenina. Una crónica confesional y costumbrista de una “señora bien” —etiqueta que la periodista madrileña lleva incluso estampada en la sudadera con la que acude a nuestro encuentro— que trata de mantenerse cuerda, y con cuerda, en la caótica vida moderna.
Desde el principio de los tiempos, la serpiente habita los umbrales; se desliza entre la vida y la muerte, entre el agua y la tierra, entre el cuerpo y el espíritu. Ligada a los poderes ocultos de la madre naturaleza se convirtió en un símbolo asociado a la mujer. Maya Goded (Ciudad de México, 1967) retoma esa figura antigua y ambivalente en El rastro de la serpiente para explorar las huellas de la violencia y la sanación: un viaje íntimo, político y espiritual que atraviesa desiertos y montañas, revelando la profunda conexión entre el territorio y las mujeres que lo habitan.
“Cuando desde pequeño has visto que un ser humano puede matar a otro, es posible que ya no sientas nada ante la muerte”. La frase pertenece a La frontera de los olvidados (Editorial de Conatus, 2025), la novela recién traducida al español de la escritora iraní con raíces afganas Aliyeh Ataei (Zahedán, Irán, 44 años) en la que condensa las cicatrices invisibles que le dejaron criarse en un territorio en el que las líneas se desdibujan y en el que la violencia es un elemento más del paisaje. “A veces me llaman escritora iraní, otras, afgana; pero en realidad soy de la frontera”, dice Ataei, criada en Darmián. Esta ciudad, en el este de Irán y a unos 100 kilómetros de Afganistán, significa “irónicamente” en persa “entre” o en “mitad de”, apunta la autora.
No es casualidad que hayan visto la luz de manera casi simultánea la última película de Paul Thomas Anderson y Shadow Ticket, la novela más reciente de Thomas Pynchon. Las afinidades entre ambos creadores van más allá de la mera coincidencia. Una batalla tras otra no guarda relación directa con Shadow Ticket, sino con Vineland, la quinta novela de Pynchon, publicada hace 26 años. Anderson, que ya había llevado al cine en Puro vicio otra novela del escritor estadounidense, Vicio propio, en 2014, no adapta Vineland, sino que destila la visión devastadora, grotesca y veraz que tiene el escritor de la sociedad estadounidense. Pynchon lleva décadas profetizando el advenimiento del fascismo en su país. Una reseña de Una batalla tras otra publicada en The Hollywood Reporter antes de que Shadow Ticket viera la luz sostenía que “si alguien ha sabido vaticinar la elección y reelección de Trump, fue Pynchon”. Los Estados Unidos de hoy son cada vez más pynchonianos y muchos de los caricaturescos personajes que se mueven en las esferas de poder en el mundo real parecen arrancados de las páginas de sus novelas.
Papá apenas habla. Ni siquiera responde a un “buenos días”. Se enfada, sin embargo, cuando es su hija la que no dice nada. Lo cuenta la propia joven, en su diario. Y describe el infierno que se desata a continuación: su progenitor explota, grita, tira objetos. “Incluso nos pega”, se lee en el cuaderno íntimo de Hinako Shimizu, protagonista del reciente videojuego Silent Hill f. Así es su pan de cada día, y el de tantos hogares en el Japón rural de los sesenta. Habitual, aunque no por eso menos monstruoso. De ahí que, tras el enésimo abuso, la adolescente huya en busca de sus amigos. Necesita alivio, pero solo encuentra más horror: las calles del pueblo se han llenado de peligros, sombras, criaturas terroríficas. Le susurran “traidora”, tratan de devolverla a su sitio. Hinako se está haciendo mujer. Y, en realidad, le acecha lo mismo que a la mitad de la humanidad: el machismo.
A Christof Loy (Essen, Alemania, 62 años) le ha cambiado la cara. Ni rastro del gesto circunspecto, casi serio, de sus primeras visitas a Madrid. “España me trata muy bien”, reconoce entre risas el director de escena frente a un enorme ventanal del Teatro Real. “No es solo la luz”, dice y señala al exterior. “Hay una vitalidad contagiosa y un orgullo por la tradición que me resultan fascinantes”. Su montaje de Capriccio de Strauss en 2019 marcó un punto de inflexión: desde entonces su nombre se repite como un eco en la programación de los teatros españoles. Esta temporada, sin ir más lejos, ha sido convocado por el Real, el Liceu y el Teatro de la Zarzuela. “Me siento tan cómodo trabajando aquí que era inevitable que acabara hablando español”.
El pianista y director de orquesta João Carlos Martins (São Paulo, 85 años) coge el mando de la entrevista: enlaza respuestas con humor y datos antes de recibir las preguntas. No es escurridizo, está habituado a exprimir los minutos, a sobrevivir y, por eso, acostumbrado a disfrutar de los días, a resistir y a reinventarse. Ha aceptado que la vida le dio un don: “La perseverancia por encima del talento”, aclara. Y que su existencia es como una montaña rusa: ha llegado a Madrid a recoger el Premio Mapfre a toda una vida profesional a los pocos días de que una cirugía le extrajera un tumor.
En agosto de 1942, Edith Stein (1891-1942), encarcelada por la SS junto a su hermana Rosa en el campo de concentración de Westerbork, plenamente consciente de la cercanía de su muerte, acariciaba, limpiaba e intentaba conseguir alimentos para los desgraciados niños judíos y gitanos con quienes compartía su inminente y trágico destino. Dicen que todo en ella era silencio, paz y resignación, y que solo de vez en cuando sus grandes ojos negros se clavaban en su hermana, cargados de una inmensa tristeza; una manifestación de la absoluta aceptación que como católica arrastraba por el amor radical que profesaba a toda la humanidad.
Edith Stein: judía, filósofa, santa Irene Chikiar Bauer Taurus, 2025 768 páginas, 29,90 eurosEl corazón y la cabeza. La pasión y la ciencia. Las emociones y los números. José María Olazabal y Edoardo Molinari.
No hay mejor edad para rebelarse contra la autoridad que los 25 años recién cumplidos de Vinicius Júnior, una fase natural del nuevo paradigma de adolescencia prolongada que se puede extender hasta, prácticamente, la jubilación. Ocurre en todos los ámbitos de la vida y el padre suele ser el objeto principal de la sublevación, ya se sabe: búsqueda de una identidad propia, malas influencias de los entornos o una inquietante percepción de la estructura familiar, a menudo entendida como rígida o conflictiva por el aspirante a un nuevo orden. En el caso de un futbolista profesional, esa figura controladora o intransigente podría verse representada por el entrenador de turno, sobre todo cuando este trata de imponer algún tipo de límites a sus estrellas o priorizar la salud del colectivo por encima de las necesidades especiales de un solo individuo.
Ocurrió un milagro cuando Richard Price (The Wire) decidió adaptar El visitante, la última novela de terror —en su sentido más estricto, y también más recomendable, recomendable a la manera en que se recomendaría cualquiera de sus obras de los ochenta, es decir, impecable— que ha escrito Stephen King. Y es que, detrás de una adaptación televisiva de su obra había un autor que primero iba a respetar el espíritu del texto —cosa que Stanley Kubrick, pese a construir una obra maestra con El resplandor, no hizo—; y, después, iba a insuflarle su propio yo, el yo de una de las mentes pensantes detrás de The Wire, y de un puñado de también impecables novelas. ¿Ha ocurrido algo parecido con It: Bienvenidos a Derry (HBO Max)? No, ha ocurrido lo que suele ocurrir con cualquier ficción que se adapta del Rey del Terror: que resulta pretendida e inexplicablemente telefílmica.
Uno de los libros más influyentes de los últimos años ha sido La psicología del dinero, publicado por primera vez en 2021 por el analista económico Morgan Housel. De los dos sustantivos que componen el título, el primero tiene más peso en las tesis del libro ya que, como afirma el propio autor, “el dinero depende más de la psicología que de las finanzas”. Y por extensión podemos decir lo mismo del éxito o de lo que algunos consideran “tener suerte”.
Golpes de suerte que rozan lo imposible— Hay eventos que escapan a toda lógica, como el de Vishwash Kumar Ramesh, único superviviente de los 242 ocupantes del avión que se estrelló el 12 de junio de este año. Logró salir por su propio pie y caminar hasta la ambulancia.
— En 1972, Vesna Vulović sobrevivió a la explosión del vuelo 367. Es la única persona conocida que ha salvado la vida tras caer más de 10.000 metros sin paracaídas.
El Tribunal de Cuentas ha sancionado con 72.161,9 euros al partido Unión del Pueblo Leonés (UPL), una formación leonesista de esa provincia, por diversas infracciones en la campaña electoral de las elecciones municipales de 2023. UPL es el partido con la mayor multa asignada de entre los 14 —en su mayoría pequeñas fuerzas políticas— penalizados por Cuentas. El motivo se debe a tres infracciones “muy graves” consistentes en superar en más de un 10% tres límites de gastos electorales: gastos generales, publicidad exterior y publicidad en prensa y radio. Las leyes dispuestas por el Régimen Electoral General (LOREG) y de la Financiación de Partidos Políticos (LOFPP) se contravinieron por parte de estos partidos, según un informe de fiscalización de este Tribunal. UPL ha abonado ya la sanción aunque expone una “diferencia de criterio” con el organismo y asegura que son “criterios que sólo benefician al bipartidismo”.
No me extraña el auge de las monjas. Tomar los votos es una conversación recurrente entre amigas cuando calculamos los años que quedan hasta la jubilación. Nos preguntamos entonces cómo podríamos solucionar de una tacada el tema del alquiler y la pensión completa, y siempre surgen dos opciones: la cárcel y el convento. Ser monja tiene ventajas: no hay que preocuparse por el outfit ni por el pelo, bendita toca; ¿cómo no se la va a poner Rosalía?, ¿cómo no va a querer esa niña de Los domingos hacerse monja de clausura? Con lo difícil que es conciliar el pelo con la vida.
Cuando el fantasma de la ansiedad ataca, y ronda el demonio de la muerte, la ayuda puede estar a una llamada, un WhatsApp o un email de distancia. Esa fue la idea con la que la Comunidad de Madrid lanzó en marzo de 2023 un servicio de atención psicológica para jóvenes de entre 14 y 30 años tras detectar un aumento de las ideas suicidas entre los adolescentes durante lo peor de la pandemia. Poco más de dos años después, el dispositivo ha recibido 21.787 contactos, 9.688 por vía telefónica, 9.627 por mensajería instantánea y 2.472 por correo electrónico. Cada una de las llamadas superó, de media, los 37 minutos, según información enviada a la Asamblea por el gobierno y consultada por EL PAÍS. En ellas se habló, según detalla el ejecutivo, de ansiedad, estrés, ideas autolíticas, conductas violentas, relaciones sociales, adicción y trastornos en la alimentación. El cuidado de la salud mental es un tema capital aunque no se adelgace la lista de espera para lograr atención presencial y sea algo escasa la plantilla que se dedica a la telefónica, con apenas catorce profesionales para atender a toda la región y a esos 21.787 contactos.
En los 30.000 metros cuadrados que abarca la Tabacalera de Madrid caben un centro de residencias artísticas y unas cuantas estancias más para las entidades socioculturales del barrio de Lavapiés. Esa es la conclusión a la que han llegado recientemente el Ministerio de Cultura, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm) y el Centro Sociocultural Autogestionado La Tabacalera (CSA), después de un largo proceso de diálogo que se ha prolongado desde el mes de marzo. Así, el recinto que un día acogió la Real Fábrica de Tabacos de Madrid permitirá al ministerio crear el “gran templo cultural” que busca cuando finalice la reforma integral del edificio, y a los vecinos de Lavapiés contar con un espacio donde poder desarrollar sus actividades cómodamente. Todo bajo un modelo de gobernanza basado en la cogestión. Un proyecto ambicioso que, a pesar del consenso, todavía levanta ampollas en la zona ante la posibilidad de que el edificio atraiga todavía más turistas a un entorno que ya sufre los efectos de la masificación, como la desaparición de los de comercios de toda la vida o la multiplicación de los pisos turísticos.
Una gran mayoría de Badia del Vallès no sabe todavía qué es el tributo metropolitano. Tampoco que el próximo año 4.815 propietarios de pisos del municipio, que tiene 13.000 habitantes, tendrán que pagarlo, a razón de unos 13,75 euros de media. “No me he enterado de nada, pero venga más impuestos”, se lamentaba sin muchos aspavientos este miércoles un recién jubilado que esperaba con las manos a la espalda en la avenida del Cantàbric. En una farmacia próxima, ninguna de las tres dependientas sabía nada. Apenas en una administración de fincas, Anna Perucho sabía de la existencia del impuesto: porque hace unos años que lo paga por su piso en Ripollet, pero daba por contado que los residentes de Badia del Vallès también lo hacían.
És bon senyal que en una exposició sobre el poble gitano les guitarres triguin una mica a aparèixer. I si la primera vegada que surten és amb l’etiqueta franquista de “bons gitanos”, és ben clar que la intenció dels impulsors és desmarcar-se de les visions folklòriques que han dominat la relació entre la comunitat gitana i la resta de la societat. La folklorització de la cultura gitana limita el diàleg a un conjunt de símbols i signes, sempre supeditats a uns marcs de referència externs; la rumba i els vestits llampants s’han utilitzat massa sovint com a moneda de canvi en una negociació en què sempre ha sobrevolat la perspectiva de la integració forçosa. La categoria de “bons gitanos” només té sentit en un marc ideològic d’antigitanisme que, per oposició, identifica l’existència de “mals gitanos” i que encara avui perviu amb força a Catalunya. L’exposició El poble gitano de Catalunya: història i cultura, comissariada per la historiadora de l’art i activista gitana Mercedes Porras, supera aquest binomi de la millor manera: sense obsessionar-s’hi, mostrant tant la profunditat històrica del poble gitano com la seva diversitat avui.
La Universidad de Sevilla, la tercera más grande de España en cuanto a número de alumnos, con 60.000 estudiantes, vota este jueves a su nuevo rector o rectora en unas elecciones históricas, en muchos sentidos. Por primera vez, se celebran por sufragio universal ponderado, rompiendo con una inercia de 21 años en la que el proceso quedaba restringido al claustro. También por primera vez concurren siete aspirantes: cuatro que han ocupado cargos en el gobierno del actual rector, Miguel Ángel Castro (Carmen Vargas, Ana López, Felipe Rosa y Ángeles Gallego) y tres que son ajenos a la anterior dirección (José Luis Gutiérrez, Pastora Moreno y Alfonso Castro).