“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
La decisión del Tribunal Superior de Bogotá de absolver al expresidente Álvaro Uribe de todos los cargos por manipulación de testigos y fraude procesal, en un proceso que ha durado más de una década, debe ser recibida de forma sobria por parte de la sociedad y la política colombiana, sin regodeos victoriosos ni más desafíos. Es esencial que la sentencia sea respetada como acto de justicia, independientemente de las simpatías o las antipatías políticas que pueda suscitar Uribe. La legitimidad de las instituciones depende, en última instancia, de que sus resoluciones sean reconocidas y acatadas, aunque incomoden políticamente o alteren las correlaciones de poder. Desafiar el fallo o convertirlo en símbolo único de una polarización profunda sería un grave error para Colombia.
La decisión de la Audiencia de Valencia de ordenar la declaración como testigo de Maribel Vilaplana, la periodista que comió con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP, el 29 de octubre de 2024 mientras la dana inundaba parte de la provincia, estrecha el cerco sobre el jefe del Consell y agrieta la ya desgastada línea de defensa sobre su gestión en aquella jornada, que dejó 229 muertos.
Sin estridencias ni alharacas, Juan Manuel Moreno Bonilla se ha dedicado en sus siete años de gobierno en Andalucía a marcar la diferencia, a reivindicar una forma de hacer política dentro del PP contrapuesta a la de tierra quemada de Isabel Díaz Ayuso y la incompetencia de Carlos Mazón. La crisis de los cribados del cáncer de mama ha hecho saltar las costuras también de esa estrategia y el PP andaluz ha transitado esta semana por el carril que frecuenta el madrileño: los “infundios” de los que el nuevo consejero andaluz acusó a la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama) suenan a algo parecido a las “mismas mierdas” de las que habló Díaz Ayuso para referirse a las muertes en las residencias de ancianos durante la pandemia.
Estábamos de sobremesa un grupo de amigos. Uno de ellos preguntó si, de poder hacerlo, desllamaríamos a alguien por teléfono. Como durante la comida habíamos vaciado varias botellas de vino, tuvo que explicarnos qué quería decir.
Resulta chocante el revuelo de los últimos días ante la iconografía que despliega Rosalía en su nuevo disco. El hábito de las monjas, entre otros símbolos católicos, lleva décadas inspirando a la moda, por no hablar de la música o el cine. Mientras aún tenemos frescas a las monjas revolucionarias del último largometraje de Paul Thomas Anderson, Una batalla tras otra, cabe recordar que una de las mejores películas españolas de la historia, Viridiana, está protagonizada por una novicia y que a su director, Luis Buñuel, le encantaba disfrazarse de monja. Pero el escándalo y la transgresión de ayer lleva tiempo diluida en la inanidad estética del presente.
Los domingosDirección: Alauda Ruiz de Azúa.
Intérpretes: Blanca Soroa, Patricia López Arnaiz, Miguel Garcés, Nagore Aranburu, Juan Minujín, Mabel Rivera.
Género: drama. España, 2025.
Duración: 115 minutos.
Estreno: 24 de octubre.
Pol Gascó tiene 21 años y sueña con conducir un Lamborghini azul celeste, vivir en Miami y ganar más de 10K (10.000 euros) al mes. Para lograrlo, escucha podcasts sobre bitcoins, ha leído varias veces Piense y hágase rico y ha colgado un “mapa de sueños” junto a la pantalla de su ordenador. “Cuando más lo visualizas, más lo atraes”, dice sobre su collage de postales que muestran billetes de 50 euros, la estatua de la Libertad, una mansión acristalada con piscina infinita y el modelo de coche que aspira a conducir por Segur de Calafell (Tarragona), donde vive con su abuela y su chihuahua, hasta que pueda mudarse a Estados Unidos. Como dicen los amigos con los que queda en parkings para echar la tarde, Pol quiere romper la “cadena de pobreza” de su familia. Aspira a ser la mejor versión de sí mismo, se ejercita a conciencia y paga a una academia de asuntos financieros pese a que varias asociaciones la acusen de ser una “criptosecta”. Pol solo quiere atraer la riqueza a su vida para poder ayudar a su abuela y que los pobres dejen de serlo. Por eso cada noche escribe decenas de veces la misma frase en una libreta: “Estoy agradecido de ser diamante y generar 10K al mes”.
La historia de Pelotas, el zapato más conocido de Camper y el calzado español más relevante del último medio siglo, se puede contar a través de las personas que lo usan. “A Guitarricadelafuente le gustan mucho. Raya [icónica modelo y activista queer reunionesa] me dijo que quería unos, que le encantaban. Don Lorenzo Fluxá [fundador de Camper] los lleva a todas horas, tiene un par viejísimos y le queda de maravilla. También los lleva gente más tradicional, personas muy distintas. Yo mismo tengo un par”. El finlandés Achilles Ion Gabriel, director creativo de Camper, da algunas pistas sobre la trayectoria incombustible de este calzado que en 2025 cumple 30 años.
Las pruebas radiológicas en algunos centros de salud del sur de Madrid están colapsadas. Como reveló la semana pasada EL PAÍS, las ecografías están bloqueadas en muchos de ellos: los pacientes no son citados porque las agendas están cerradas y tienen que esperar meses. El problema radica en la escasez de radiólogos que atienden la zona, y ha recibido la puntilla con las bajas por incapacidad temporal de dos profesionales. “No podemos hacer ningún informe radiológico básico”, escribía a principios de octubre personal del hospital de referencia a algunos de los centros afectados, en un correo electrónico al que ha tenido acceso este periódico.
Tras meses de elaboración, el Gobierno ultima la reforma que sustituirá el marco normativo establecido hace casi 20 años en la Ley de Publicidad Institucional. El nuevo Anteproyecto de Ley de Publicidad del Sector Público está casi listo para ir a una primera vuelta en las próximas reuniones del Consejo de Ministros, donde empezará el camino hacia la futura derogación de la norma que hasta ahora ha regido la contratación de anuncios desde las administraciones públicas. El último borrador, al que ha tenido acceso EL PAÍS y está en vías de ser modificado, incluía una limitación a los medios en la financiación que pueden recibir mediante la publicidad institucional. Dicho tope se establecía en un máximo del 30% de los ingresos anuales, pero fuentes conocedoras de su elaboración avanzan que durante una reunión interministerial de secretarios técnicos celebrada este jueves se ha optado por eliminar esta restricción. Entre las razones del cambio está la dificultad de que esta iniciativa prosperase en la tramitación parlamentaria y la premura de adaptar la normativa europea sobre medios de comunicación obligatoria desde el pasado agosto.
El adelanto electoral de Extremadura al que apuntan ya fuentes cercanas al Ejecutivo de María Guardiola, después de constatar este jueves que no cuenta con los apoyos necesarios para sacar los Presupuestos adelante, ha agitado el tablero de la batalla entre populares y ultras en distintos territorios. Porque a la guerra de las dos fuerzas de la derecha —intensificada tras el verano con Alberto Núñez Feijóo lanzado al cuerpo a cuerpo contra Santiago Abascal mientras Vox continúa in crescendo en las encuestas— se suma ahora un nuevo ingrediente: las urnas extremeñas podrían abrirse antes incluso que en Castilla y León, donde estaban ya previstas para el 15 de marzo. O en la misma jornada. La expectación sobre la fecha es máxima dentro del Partido Popular porque condicionará el calendario electoral de varias comunidades y el grado de fortaleza con el que Feijóo asuma luego su propia carrera a los comicios generales.
El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de retomar el debate sobre la abolición del cambio estacional de hora ha devuelto a la actualidad un tema que resurge cada primavera y otoño. Este domingo, los españoles y sus vecinos europeos volverán a retrasar los relojes una hora, mientras la discusión sobre si mantener o eliminar esta práctica permanece estancada, a la espera de evidencias sobre su impacto económico, un estudio que debería haber encargado la Comisión Europea.
Hasta hace poco, los disruptores endocrinos —presentes en numerosos productos cotidianos— estaban fuera de la conversación, pero ese término cada vez se escucha más. A ello ha contribuido Nicolás Olea (Granada, 71 años), catedrático emérito de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada. “Empecé a estudiarlos en 1988 en EE UU y para nosotros fue una sorpresa enorme”, señala. En 1992, se centró en uno de ellos, el bisfenol A, y desde entonces ha participado en decenas de estudios sobre estas sustancias, que plasmó en el libro divulgativo Libérate de tóxicos (RBA, 2019). Ahora, seis años después, publica 80 recomendaciones para evitar los tóxicos (RBA), un ensayo donde ofrece consejos para vivir una vida más saludable.
Este texto es una entrega de la Queerletter, la newsletter LGTBIQ+ de EL PAÍS, coordinada por Pablo León.Apúntate aquí para recibirla.
Las compañías eléctricas propietarias de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) ultiman la petición de prórroga de su vida útil, para evitar su cierre programado para noviembre de 2027. Iberdrola, que tiene la mayoría del capital y cuenta como socios a Endesa y Naturgy, prevé que se presente la petición antes de fin de mes, cuando cumple el plazo para tramitar el plan de desmantelamiento, que el Consejo de Seguridad Nuclear analizará hasta marzo. El apagón nuclear español se decidió en 2019, cuando el contexto mundial era distinto al actual. El Gobierno fijó un calendario de cierres para todos los reactores que empieza con Almaraz I (2027) y termina con Trillo (2035). Cuando en 2020 se publicó en el BOE la última prórroga para Almaraz, se estableció que sería la última. El partido socialista confirmó este calendario en su programa electoral de 2023 y en el pacto con Sumar para investir a Pedro Sánchez.
Los autónomos son como un ecosistema: bajo una misma palabra conviven especies muy distintas. Algunas prosperan al sol y otras sobreviven en la penumbra. Son el diseñador freelance, la abogada con despacho propio, el artesano que vende por internet, el fontanero de toda la vida, el camionero y el dueño del bar de la esquina. Durante décadas, la teoría económica observó un patrón sólido: a mayor desarrollo, menos trabajo por cuenta propia. Pero cualquier predicción sobre la extinción de los autónomos ha resultado errónea. Tras un descenso sostenido, el autoempleo lleva desde 2015 estabilizado en torno al 15% del empleo total, unos 3,3 millones de personas. En otras economías avanzadas se observa un estancamiento similar, e incluso un repunte. El trabajo autónomo no es un vestigio preindustrial, sino una forma de empleo consolidada: flexible, desigual y a menudo sin red de protección.
Resulta que el Gobierno decide camuflar el impulso de una ley socialmente muy sensible con el expedito disfraz de una proposición de ley. Resulta que el Parlamento la aprueba por los pelos, sabiendo que su constitucionalidad, de afirmarse, será por esos mismos pelos. Resulta que, como era previsible, la decisión del árbitro de tal constitucionalidad es criticada por una mitad de la población, capitaneada con acritud y poco acatamiento por el jefe de la oposición. Y resulta, en la última de la serie de catastróficas desdichas, que ese árbitro había decidido sin pensárselo mucho y con indisimulado estrépito interno.
Hay trabajos para los que se requiere pasar un test psicotécnico y, en cambio, para el ejercicio de algo tan serio como ser representante de los ciudadanos en el Congreso no se pide más requisito que el de ser incluido en las listas de un partido cualquiera. Yo voy bajando el listón en mis expectativas con respecto a la clase política. Si en mi ingenuo idealismo creía que debíamos escoger a quienes mejor pudieran desempeñar las tareas de gobierno, ahora me conformaría con que no tuvieran perfiles con rasgos psicopáticos.
En un pasado, más o menos reciente, los mensajes políticos no llegaban a todos los que tienen que votar. O solo llegaban en momentos muy concretos, cuando los candidatos se acercaban a los rincones más agrestes, remotos y olvidados durante las campañas electorales. Ahora no. Ahora cada uno tiene su móvil, incluso en los parajes más apartados del barullo en el que se cuecen los propósitos de los partidos. Es verdad que la radio y la televisión dieron grandes pasos para acercar las tensiones y los avatares del mundo a quienes habitan en la periferia del sistema, pero ahora con los móviles cada persona es el centro alrededor del que pivota todo lo demás. En cada móvil está la realidad entera a gusto de su propietario.