“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
Quien tiene una hipoteca probablemente haya visitado —física o virtualmente— otros bancos para comprobar si cambiando de entidad puede conseguir un tipo de interés más bajo que el que paga actualmente. El proceso es habitual y lleva años practicándose: al banco le interesa captar a un nuevo cliente con un crédito que le vinculará durante décadas, y el hipotecado puede ahorrarse un buen dinero en intereses.
La torre de la Ermita de Santa María la Antigua es bien alta, mide más de 20 metros, pero uno ya puede dar vueltas y vueltas mirando al horizonte por el distrito de Carabanchel que, desde la salida del metro Eugenia de Montijo, no se ve. Tampoco hay rastro de ningún cartel que indique que, a menos de cinco minutos andando desde allí, se encuentra la ermita mudéjar más antigua de Madrid. Está detrás de una valla y en medio de un descampado como si fuera un escombro que alguien ha abandonado sin tener en cuenta su valor. Es martes y varios vecinos peregrinan al cementerio que está a su lado y también hay quien aprovecha el solar que sirve de aparcamiento para arreglar su moto al aire libre, a las puertas de un edificio del siglo XIII declarado Bien de Interés Cultural.
Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, tras escuchar a las entidades sociales ha puesto en marcha un real decreto para fomentar las finanzas éticas. La norma entrará en vigor la próxima primavera una vez recabados los informes de otros departamentos y del Consejo de Estado. El propósito fundamental es “priorizar el impacto social y ambiental positivo sobre la maximización del beneficio económico” y “fomentar una inclusión financiera equitativa”.
Donald Trump ha hecho de la “guerra contra el narcotráfico” un eje de su política exterior para exhibir mano dura y presionar a gobiernos incómodos. Desde este verano, más de 60 personas han muerto en operaciones contra narcolanchas en el Caribe, y el Pacífico oriental, frente a Venezuela, con la mira en forzar la caída de Nicolás Maduro. Washington ya habla de una “fase dos”: un posible desembarco terrestre. ¿Es viable?
Realizado porBárbara Ayuso y Florantonia Singer
Presentado por EdiciónAna Ribera
Diseño de sonidoNicolás Tsabertidis
Coordina Dirección Hoy en El País SintoníaJorge Magaz
Una lluvia de millones como nunca antes había visto el sector en España. Eso es lo que está viviendo la industria armamentística este año en el que los acontecimientos se han acelerado, con Donald Trump presionando para que sus socios de la OTAN disparen el gasto en defensa cuanto antes y un Vladímir Putin que sigue adelante con su invasión de Ucrania y amenaza el flanco este de la Unión Europea. Si bien España no ha cedido ante las presiones de Estados Unidos para elevar el gasto militar hasta el equivalente al 5% del Producto Interior Bruto, sí que ha aumentado sensiblemente esta partida con 10.471 millones extra solo este año, elevando el gasto en defensa hasta el 2% cuando había terminado el año 2024 en apenas un 1,4%.
Este reportaje fue publicado originalmente por el equipo de Spotlight de The Boston Globe.
Unos minutos antes de reunirse con Xi Jinping en Busán, Donald Trump afirmó que había ordenado al Departamento de Guerra (Defensa) de Estados Unidos reanudar “inmediatamente” los ensayos con armamento nuclear. El anuncio desató una mezcla de alarma y confusión en el equipo negociador que se había desplazado con el mandatario chino a la ciudad surcoreana, así como en Pekín, Moscú, e incluso en Washington. El presidente estadounidense insinuó que la primera potencia mundial volvería a detonar bombas atómicas —una práctica que solo ha realizado Corea del Norte en lo que va de siglo— unas horas después de que Vladímir Putin presumiera de haber probado con éxito un dron submarino de propulsión nuclear capaz de devastar ciudades enteras. Todo ello, a pocos meses de que expire el último tratado que aún marca límites y restricciones a los arsenales atómicos de Estados Unidos y Rusia, y de que se cierre definitivamente la era del control nuclear que se gestó durante la Guerra Fría.
Robert Brovdi, comandante de las divisiones de drones de las Fuerzas Armadas de Ucrania, no es solo reconocido por sus logros militares, también lo es por sus bravatas. El 1 de noviembre, en sus redes sociales, Brovdi advirtió con ironía a los rusos de que se prepararan para vivir a oscuras: “Los apagones no dan miedo. Son solo un poco incómodos... Los pájaros de las Fuerzas de Sistemas de Drones, junto con otras capacidades de largo alcance de Ucrania, prometen a los rusos una adaptación rápida, aunque algo forzada". El mensaje de Brovdi se produjo pocas horas después de que un bombardeo ucranio dejará sin luz la localidad de Jukovski, en la periferia de Moscú.
José González (Madrid, 1980), psicólogo especialista en procesos de duelo, teme a la muerte. No es el único. En las formaciones que imparte a psicólogos, tanatólogos o paliativistas, les pide que escriban la fecha de su propia muerte. En ese momento, surgen formas de evitar el tema. A las risas les siguen expresiones de incredulidad o preguntas del tipo “¿en qué año estamos?”. Él tiene claro el motivo: “Somos tanatofóbicos”. “Todos sabemos a nivel macro cuál es la esperanza de vida. Y a nivel micro, ¿de qué mueren las mujeres en mi familia y a qué edad? A los 80 de cáncer. Los hombres, a los 75 del corazón. No es tan difícil calcular la fecha de tu muerte. Si sabes la fecha de tu hipoteca o cuando tu hijo va a cumplir la mayoría de edad, ¿cómo no miras eso?”, pregunta.
El 2 de abril, mientras Donald Trump azotaba el mundo con aranceles, altos mandos del Ejército Popular de Liberación (EPL, el ejército chino), vestidos con uniformes de camuflaje y armados con palas, cavaban la tierra durante una jornada de reforestación voluntaria en Pekín. En la actividad, que se lleva a cabo desde los años ochenta, estaban los principales líderes de la poderosa Comisión Militar Central (CMC, la máxima autoridad sobre las fuerzas armadas), y otros cuadros del Partido Comunista. Desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012, nunca habían faltado a la cita los miembros de la cúpula militar. Este año fue distinto. Quienes siguen los caprichosos vericuetos de la política china, notaron enseguida la ausencia del general He Weidong, el segundo en el escalafón del EPL.
Hubiera sido inimaginable hace tan solo un año. El presidente sirio Ahmed al Shara se convertirá este lunes en el primer líder de su país que visita Washington y es recibido en la Casa Blanca por un presidente estadounidense. La Administración de Donald Trump se prepara ya para cortejar por todo lo alto al antiguo combatiente yihadista, por cuya cabeza Washington ofrecía, hasta el pasado diciembre, una recompensa de 10 millones de dólares (nueve millones de euros). El pasado viernes, Estados Unidos y el Reino Unido retiraron sus sanciones contra él, un día después de que lo hiciera el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras la Unión Europea confirma que hará lo propio.
De Kenia a Madagascar, de Senegal a Camerún, de Tanzania a Nigeria o de Marruecos a Mozambique. Una ola de protestas protagonizadas por jóvenes de menos de 30 años, la llamada Generación Z, recorre África y parece imparable. Ocupan las calles y los espacios públicos, se enfrentan a las fuerzas del orden, revientan elecciones o tumban regímenes. En unos países se enfrentan a dirigentes que se eternizan en el poder y hacen trampas en las urnas, en otros combaten la vida cara, la falta de empleo o los cortes de agua y luz. Se organizan en las redes sociales como movimientos horizontales. Quieren hechos, no promesas, buscan nuevos referentes y aliados y están haciendo saltar las costuras de los viejos pactos que sirvieron a sus padres y abuelos, pero que asfixian a esta Generación Z africana, tan hastiada de lo antiguo como libre de todo compromiso.
Detrás de su mesa del despacho, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Albert Ramdin (distrito de Surinam, Surinam, 67 años) tiene colgados, a modo de guardianes, tres retratos de sus héroes: el mahatma Gandhi, adalid de la no violencia; Martin Luther King, luchador por los derechos civiles, y Nelson Mandela, defensor del diálogo con los enemigos. Su ejemplo sirve de inspiración a este exministro de Exteriores socialdemócrata, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en esta organización multilateral y que en mayo pasado relevó al uruguayo Luis Almagro. Se ha hecho cargo de la institución panamericana en un momento especialmente complicado en el mundo, en América y en la propia OEA.
Levantamos el móvil para mirar un mensaje y, cuando queremos darnos cuenta, han pasado 20 minutos. O una hora. Hemos recorrido sin rumbo un torrente de vídeos y noticias que ya ni recordamos. Nos prometemos que mañana será distinto, pero volvemos a caer. No es falta de voluntad, es diseño. Las redes sociales están hechas para mantener cautiva nuestra atención, sin principio ni final, sin paradas naturales, como el final de un capítulo de un libro o de una película. Este ejercicio de deslizar la pantalla del móvil —scroll, en su término en inglés— nos distrae o entretiene, pero a la vez nos empuja a un sinfín de estímulos que nos agota y, lo que es peor, daña nuestra atención.
Ayer me acordé de Ana. Era la bondad y generosidad encarnadas en la vecina de arriba. La puerta abierta y un plato caliente en la mesa siempre tenía. Más que la abuela de mi amigo era la amiga de mi familia. Incluso nos preparó una habitación con la esperanza de que reformásemos nuestro piso y no nos mudásemos. Hoy, Ana no está, y yo vivo en una gran ciudad. No conozco el nombre de ninguno de mis vecinos —salvo el de la dueña de todos los inmuebles del edificio—. Con mucho esfuerzo intercambio una tímida conversación con los más mayores del portal; solo con quienes se preguntan quiénes serán las caras nuevas que tan pronto como vienen se van. Y es que esa curiosidad es normal: mi compañero de piso y yo también comentamos los rostros desconocidos al pasar. Me dicen que las redes de cuidados entre extraños en un mundo tan desconectado no son lo normal. Y yo me pregunto cómo se puede soportar la carga existencial sin un mínimo sentimiento de comunidad. ¿Hoy alguien más se acuerda de la vecina de arriba?
La negociación actual entre el PP valenciano y Vox para presentar un candidato a presidente de la Generalitat en sustitución de Carlos Mazón guarda un evidente paralelismo con el pacto exprés que encumbró a este en junio de 2023. Entonces, los populares asumieron buena parte del ideario de la extrema derecha, plasmado en un acuerdo de 50 puntos. Mazón logró entrar en el Palau de la Generalitat, pero la rapidez con que se firmó el pacto, en plena campaña de las generales, y la evidencia de la disposición del PP a otorgar a Vox la iniciativa política en asuntos sociales con tal de llegar al poder, hizo realidad el relato político de Pedro Sánchez, movilizó el voto de la izquierda y lastró las perspectivas de Alberto Núñez Feijóo de llegar La Moncloa.
Los jóvenes viven absortos por el teléfono móvil. ¿Pero sólo la juventud sufre esta supeditación? Expertos en comunicación, sociología y psicología denuncian los devastadores efectos del smartphone en el desarrollo cognitivo y social de niños y adolescentes. Sin embargo, también hay estudios que demuestran que estos aparatos y sus aplicaciones hacen estragos en todas las edades.
Carlos Alcaraz luce feliz, envuelto por un chándal rosa y apoyado sobre unas zapatillas de colorines —verde, amarillo, rojo, azul, blanco— que reflejan un estado de ánimo: efectivamente, las cosas han salido bien esta vez. Después de dos estrenos fallidos en la Copa de Maestros de Turín, el español sonríe, aprueba lo hecho y se sorprende (al compás de los demás) cuando la exjugadora Yelena Vesnina le pregunta si alguien le ha robado el corazón: “¿Cómo?”. “No, estoy libre…”. Y esa misma sensación de libertad es la que ha expresado poco antes en la pista, afinado frente a un rival siempre peliagudo como Alex de Miñaur: 7-6(5) y 6-2, tras 1h 40m. Esto es, una nueva sensación.
ZVEREV CASTIGA A SHELTONEn el turno nocturno, Alexander Zverev se impuso Ben Shelton por 6-3 y 7-6(6), tras 1h 33. El alemán, bicampeón maestro, salvó tres bolas de set en la segunda manga y finalmente obtuvo la primera victoria en el grupo Björn Borg. Cabe recordar que la jornada de apertura ofreció un duelo de cada bloque, al igual que este martes.
Zverev, quien recientemente abandonó lesionado el Masters de París a causa de un esguince, parece haberse recuperado. Batió por quinta vez (en otros tantos partidos) al debutante Shelton, superado ya cuatro veces esta temporada. El alemán triunfó en el torneo en 2018 y 2021, y es el que más participaciones (8) suma en la edición actual.
Este martes se disputará el segundo compromiso del grupo, entre Jannik Sinner y Felix Auger-Aliassime (20.30, Movistar+). El que caiga se enfrentará a Zverev el miércoles. En la apertura del día (14.00) medirán sus fuerzas Lorenzo Musetti y Taylor Fritz, en un pulso correspondiente al grupo Jimmy Connors, completado con Alcaraz y De Miñaur.