“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
La gimnasta María Herranz, de 17 años, murió en la madrugada del 17 al 18 de abril de 2024 en el Hospital de Guadalajara a causa de un cuadro fulminante de meningitis B. La noticia causó una gran consternación en el mundo del deporte y llevó al inicio de una investigación que ahora ha revelado que una nueva variante del meningococo B originó un virulento brote en el que falleció otra persona y dos más fueron hospitalizadas. Todas tenían entre 17 y 31 años.
Desde un “tamagotchi” que nutre el amor con preguntas diarias hasta una app que decide al azar quién lava los platos o saca la basura. La tecnología puede convertirse en el mejor árbitro de las relaciones. EL PAÍS ha probado cinco aplicaciones que transforman dilemas cotidianos y tareas domésticas en un juego para que las parejas puedan conocerse mejor y, sobre todo, convivir en paz.
Este año el Museo Metropolitano de Nueva York inaugura las galerías Condé Nast, más de mil metros cuadrados patrocinados por la editorial de estilo de vida que acogerán exposiciones en torno a la moda. Para celebrar la apertura, el comisario de indumentaria del Museo, Andrew Bolton, ha anunciado que la muestra anual del MET llevará por título Costume Art y se centrará en la idea del cuerpo vestido a lo largo de la historia, una temática quizá demasiado amplia de la que todavía se desconocen más detalles, como cuál será el código de vestimenta al que deberán ceñirse los invitados a la gala inaugural. Lo que sí se sabe, tal y como reza la nota de prensa del museo, es que dicha gala “es posible gracias a Jeff y Lauren Bezos”. No a Amazon, sino a la pareja en concreto, que se encargará de ejercer de anfitriona y de seleccionar junto a a Anna Wintour la lista de invitados.
La prensa española se ha anotado una rotunda victoria ante Meta, el grupo dueño de Facebook, Instagram y WhatsApp. El juzgado de lo mercantil número 15 de Madrid ha sentenciado que la empresa infringió la ley de protección de datos para tener una ventaja competitiva en la venta de publicidad programática personalizada, tras la demanda presentada por 80 cabeceras de prensa españolas, entre ellas EL PAÍS, agrupadas en la Asociación de Medios de Información (AMI). Meta deberá pagar 542 millones de euros a estos medios, incluidos intereses.
La falta de avances en los grandes desafíos del presente dificulta atisbar el futuro e instala un presente continuo. La desconfianza con que la ciudadanía mira a las instituciones, a los agentes de intermediación y a sí misma abandona en una suerte de desamparo a un individuo solo y aislado que se siente infinitamente pequeño ante los grandes retos, entre ellos, la crisis ambiental.
Cuando uno se adentra en la edad provecta —palabra esta a la que siempre temí, pero ahora debo afrontar— debe cuidarse mucho de no aislarse del mundo que sigue andando alrededor con su vértigo de siempre. Saber atrapar el presente y no convertirse uno mismo en pasado; y, primero que nada, buscar entender lo que nos parece extraño. “No sea yo viejo gruñón, ni avaro, ni enteramente viejo”, nos recuerda el poeta nicaragüense Salomón de la Selva. El martilleo discordante del reguetón y sus letanías monocordes, los influencers que se alimentan de likes o perecen, o los narradores de TikTok, un universo donde todo ocurre en la superficie y es instantáneo.
Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975, y en ese momento era difícil saber qué iba a ocurrir en este país, si por fin se llegaría a conquistar la democracia. De todo hace ya 50 años, incluso alguno más. A finales de junio de 1971 el Partido Comunista de España celebró un gigantesco mitin en el parque Montreau, al este de París y Mundo Obrero, el órgano de su Comité Central, reprodujo el día 21 el discurso de su presidenta, Dolores Ibárruri, La Pasionaria. “La política que nosotros propugnamos no es una política de borrón y cuenta nueva, pero tampoco es una política de revancha”, dijo entonces. “Renunciamos a hurgar en las heridas que apenas se han cicatrizado y queremos olvidar los rencores que la injusticia acumuló en nuestra conciencia y en la conciencia de todos los que sufrieron de la criminal represión que diezmó nuestro país con la victoria de Franco”. Ese, el de la reconciliación, era el tono de la organización que más se había significado en la lucha contra la dictadura.
“Es ‘solo’ historia”. Esta es la descripción del usuario @matrix20.30 en TikTok. Sus publicaciones se extienden entre agosto de 2022 y noviembre de 2024 y en esos dos años subió a su perfil cerca de 500 vídeos con los que suma 63.300 seguidores y más de millón y medio de me gusta. La mayoría de los vídeos son extractos del No-Do que, para quien no lo sepa o no lo vivió, era uno de los órganos de propaganda del régimen franquista. Los cines tenían la norma de emitir estos clips en forma de noticiario antes de cada película, y fue obligatorio hasta poco antes de la muerte de Franco, de la que este jueves se han cumplido 50 años.
Se diría que hay algo en la acumulación ingente de dinero que conlleva cierto grado de psicopatía. No hay que ser asesino en serie para entrar en tal categoría, según los psicólogos es cualquiera incapaz de ponerse en el lugar del que sufre, de conmoverse por el dolor de los demás. No sé si los ricos muy ricos nacieron así o si este sistema en el que se venera la capacidad monstruosa de inflar las propias cuentas fomenta este rasgo tan dañino. Escribo esto después de haber visto el documental Arabia Saudí: el reino al descubierto. En él se denuncian los múltiples abusos y vulneración de derechos que sufren quienes viven bajo el régimen de Mohamed Bin Salmán, ese príncipe supuestamente moderno agasajado y admirado por Donald Trump y a cuya vera se sientan tantos adinerados miopes ante la realidad sobre la que flotan sus millones. Vemos las terribles condiciones de esclavitud en las que viven los trabajadores inmigrantes en el país, entre ellos muchas empleadas del hogar, la violencia con la que se reprime cualquier manifestación u oposición y el encarcelamiento de mujeres en lo que es un auténtico Estado policial. Ojalá Rafa Nadal, que en su día dijo que en la petrodictadura no veía más que cosas buenas, le eche un vistazo al documental y se dé cuenta de lo terrible que es el país con el que trata.
La llegada de turistas internacionales sigue imparable en Canarias: 11,6 millones hasta septiembre, un 4,6% más que hace un año y un 70% más que en 2010. Todavía más ha crecido el PIB que genera esta actividad, un 87% en los últimos 15 años. El motor trabaja a toda máquina, pero, ¿para quién? La tasa de paro sigue en el 13,3% (la tercera más alta de España), los salarios son los segundos más bajos (1.872 euros de coste salarial en el primer trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística) y el riesgo de pobreza o exclusión social afecta a más del 30% de la población, por encima de la media española. Según el último informe Sostenibilidad del Turismo en Canarias, publicado recientemente por el Gobierno autónomo del archipiélago, apenas el 46% de los habitantes creen que el turismo mejora su calidad de vida, una percepción que se ha dejado ver en las manifestaciones ciudadanas que reclaman un cambio del modelo turístico.
La huella romana se aprecia entre caminos salpicados de abundantes excrementos de vaca, solo hay que fijarse bien. Las moles de granito descansan eternamente, a expensas de la erosión natural, tras siglos usadas para cometidos de tanto relumbrón como conformar con sillares el acueducto romano de Segovia. Los asentamientos imperiales en la zona recurrieron a las piedras de este yacimiento de granito, llamado la cantera de El Berrocal, un entorno de unas 250 hectáreas en las proximidades de Ortigosa del Monte, a 12 kilómetros la emblemática construcción segoviana, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985.
En las últimas cuatro semanas, se han estrenado en salas comerciales tres películas basadas en novelas o cuentos de Stephen King. En el último mes, han llegado a las plataformas digitales dos series también inspiradas en textos del escritor estadounidense. Y a inicios de 2026 aparecerá otra más, y no una cualquiera: la serie Carrie, con el director Mike Flanagan detrás. Un vistazo a la base digital de cine IMDb asusta: desde 1976, cuando se estrenó la primigenia Carrie, de Brian de Palma, se han lanzado más de 400 producciones audiovisuales con el nombre de Stephen King detrás. No hay otro escritor vivo tan versionado en la pantalla (y es el segundo de la historia tras William Shakespeare, con 1.876 productos basados en sus obras). ¿Qué tiene Stephen King —autor de más de sesenta novelas y doscientos cuentos— que le hace tan atractivo? ¿Qué opinan cineastas y expertos de esta marea de adaptaciones?
Curiosa, comprometida con su tiempo, optimista pese a todo y con más de 30 libros a sus espaldas, la escritora marfileña Veronique Tadjo (París, 70 años), ganadora este año del prestigioso premio literario Ahmadou Kourouma por su novela Je remercie la nuit (Doy gracias a la noche, Mémoire d’Encrier, 2024), se mueve con soltura entre mundos diversos sin perder la sonrisa. Del inglés al francés, de Inglaterra a Costa de Marfil, de Francia a Estados Unidos, de la novela a la poesía, de la palabra a la ilustración. Dos de sus grandes preocupaciones, ligadas entre sí, atraviesan como cuchillos sus últimas obras, la crisis medioambiental y los anhelos de la generación más joven. “Es una juventud mucho más práctica, se basa en los hechos, les hemos contado tantas historias que están hartos de los políticos que les hacen promesas en las elecciones y luego los ignoran”, explica en una entrevista con este diario a finales de octubre en Puerto de la Cruz, Tenerife, donde participó en el Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras Periplo.
En plena cruzada trumpista contra embarcaciones presuntamente cargadas de droga que surcan el Pacífico y el Caribe para alcanzar las costas estadounidenses, EL PAÍS viaja en este documental al origen de los narcosubmarinos, en la selva colombiana. Las cámaras se adentran con el ejército colombiano entre la espesa vegetación y los sinuosos meandros de los ríos, donde el narcotráfico comenzó a construir hace más de una década y de manera artesanal los semisumergibles. Un documental en el que el espectador descubrirá cómo son estos artilugios por dentro, cómo se construyen y cómo logran la autonomía para atravesar océanos en viajes de ida y vuelta. Una historia contada por sus protagonistas. La armada y la policía colombianas, los agentes españoles de la lucha contra el narcotráfico y un narcotraficante que conoce a la perfección estos aparatos para transportar droga y sus rutas hacia España. Los narcosubmarinos son el medio silente, casi indetectable, que está inundando Europa de cocaína
Dirección y guion:Patricia Ortega
Producción ejecutiva:Nicolás Ortiz
Producción:María Herrera
Imagen:Jaime Massieu, Luis Almodovar, María Page
Montaje:Pedro Mokrzycki
Eduardo Ortiz
Productor delegado EL PAÍS:Carlos de Vega
Agradecimientos:Policía Nacional, Comisario principal Antonio Martínez Duarte, Inspector Jefe Blas García Mújica, Comisario Principal Javier Peña Echeverría, Inspector Jefe Antonio Puertas, Oficina de Comunicación de la Policía Nacional, Armada de Colombia, Capitán de navío Ibo Plazas Moreno, Teniente de corbeta Nataly Tobón Lucero, Policía Nacional de Colombia
Luciano Pavarotti nació en Módena en 1935, pero su primera hazaña como cantante tuvo lugar lejos de Italia. Concretamente en Llangollen, un pintoresco pueblecito del oeste de Gales que aún mantiene activa una línea de tren de vapor. Hasta allí viajó en julio de 1955 para participar en el Concurso de Coros Masculinos del Eisteddfod. Tenía entonces 19 años y su nombre figuraba entre los miembros de la Società Corale Gioachino Rossini de Módena, una agrupación amateur integrada por trabajadores de una fábrica de coches, oficinistas, estudiantes y un panadero, Fernando, su padre y, como él, tenor aficionado. “Papá, es imposible cantar mejor de lo que lo hemos hecho”, le dijo después de interpretar el In nomine Jesu de Jacobus Handl que les valió la medalla de oro. Hacía tanto calor bajo la carpa donde se celebró la final que, cuando se dio a conocer el fallo del jurado, el director de la formación se desmayó sobre el escenario.
Considerado uno de los más populares historiadores militares británicos que han recogido la antorcha de la generación anterior, la de Antony Beevor o Max Hastings, James Holland (Salisbury, 55 años) te mira con los mismos ojos azules con que oteaba el campo de batalla Brad Pitt desde lo alto de la torreta de su tanque Sherman Fury en Corazones de acero (una película que por cierto el historiador detesta). Ayuda a la comparación el que Holland luzca una chaqueta militar de la Segunda Guerra Mundial, conflicto al que ha dedicado libros sensacionales y sobre el que ahora publica Hermanos de armas (Ático de los libros, 2025), la historia de un regimiento blindado británico, los Sherwood Rangers, a lo largo de la contienda, un poco a la manera de lo que hizo Stephen Ambrose con la compañía Easy en Hermanos de sangre.
Mientras avanzo en las páginas finales de Ese montón de espejos rotos (2025), las memorias de Gonzalo Celorio recién publicadas por Tusquets, su editorial de más de tres décadas, siento cómo me invaden la angustia y el dolor provocados por razones que nos entrega su autor y que no revelaré al lector, pero que en mi caso tienen un componente que hace esas sensaciones más incisivas de lo que de por sí son: y es que a Gonzalo Celorio, flamante y merecido premio Cervantes de 2025, me une una relación de amistad de más de 30 años y por eso sus angustias existenciales y dolores físicos revelados puedo llegar a sentirlos como propios.
Ese montón de espejos rotos Gonzalo Celorio Tusquets, 2025 540 páginas. 23,90 eurosUna mujer de mediana edad a quien no le da la vida entre obligaciones laborales y todas las obligaciones domésticas. Así mal que bien va tirando la protagonista de la novela gráfica Hoy, de la argentina Agustina Guerrero. Ella, como la autora, lleva más de 20 años afincada en Barcelona. Anda perdida entre la gente hasta que un día, camino del trabajo, dice basta. Su fatiga es una experiencia contemporánea típicamente urbana. Llamémosle una variante de género del estrés. Se trata de una vivencia que se adapta y declina en función de la circunstancia. En un lugar concreto de la ciudad, la protagonista de Hoy se siente atrapada porque la conexión entre su angustia íntima y la arquitectura intensifican dicha sensación. Sucede en uno de los iconos de la nueva Barcelona cultural, en la calle que atraviesa el Auditorio.
HoyAgustina Guerrero Lumen, 2025 256 páginas, 23,90 eurosBarcelona y sus escritorasMª Ángeles Cabré SD Ediciones, 2025 576 páginas, 32 eurosUna chica en la ciudadMercè Ibarz Anagrama, 2025 192 páginas, 18,90 eurosDespués de al menos una treintena de adaptaciones cinematográficas de Drácula, la inmortal novela de Bram Stoker, y apenas 11 meses después de Nosferatu, la aportación al universo vampírico de Robert Eggers —apoyada en la más artística de todas ellas, la homónima de F. W. Murnau—, aún hay cineastas con cosas que imaginar, visualizar y decir acerca de una de las grandes figuras de la cultura popular.
DráculaDirección: Luc Besson.
Intérpretes: Caleb Landry Jones, Zoë Bleu Sidel, Christoph Waltz, Matilda De Angelis.
Género: terror. EE UU, 2025.
Duración: 129 minutos.
Estreno: 21 de noviembre.