“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
No se qué responder cuando amigos que saben que he visto La voz de Hind me piden mi opinión sobre ella. Me resulta inútil hablar de ella en términos de calidad o de ausencia de ella, ni tampoco puedo asegurar a nadie que va pasar un rato muy entretenido. Yo la vivo en perpetuo e inolvidable sobresalto aunque ya sepa como va a terminar esta historia intolerable y pavorosa. Y sabiendo trágicamente que no hay nada de ficción en ella, aunque la interpreten actrices y actores. Pero existe algo intolerablemente real. Es la voz real de una niña palestina de seis años. Existió. Solo durante tiempo tan breve. No hay ningún momento de relajación para el espectador y hacia el final percibo reacciones físicas en mí. O sea: el escalofrío, el nudo en la garganta, la aparición de la lágrima, la maldición sobre sus verdugos, la seguridad de que la voz que has escuchado suplicando ayuda no se la ha inventado ningún guionista que pretenda impresionar al espectador, sino que estás oyendo a esa cría. Es una experiencia brutal.
La voz de HindDirección: Kaouther Ben Hania.
Intérpretes: Motaz Malhees, Saja Kilani, Clara Khoury, Amer Hlehel .
Género: drama. Túnez, 2025.
Duración: 89 minutos.
Estreno: 28 de noviembre.
Hace más de dos años que Olga Carmona (Sevilla; 25 años) marcó en la final del Mundial el gol que cambió la historia de la selección española. El tanto de la tercera capitana de la Roja para tumbar a Inglaterra impulsó a un equipo que hasta ese torneo no había superado jamás una eliminatoria y que, desde entonces, ha ido de final en final. España conquistó en 2024 la primera Nations League de la historia, el pasado verano se le escapó ante las lionesses el título de la Eurocopa y este viernes defiende su corona ante Alemania en la ida de la final de la Liga de las Naciones (20.30; La1). Bajo el frío desagradable de Kaiserslautern, el equipo dirigido por Sonia Bermúdez tratará de sacar un buen resultado para la vuelta, que se disputará el martes en el Metropolitano. Antes de las dos citas con las que el grupo despedirá el 2025, Carmona atiende a EL PAÍS para hablar de la generación de oro del fútbol español, de la hipoteca que ayudará a su madre a pagar si levantan la copa ante las germanas y del libro que publicó hace unas semanas (El gol que lo cambió todo, Roca Editorial) sobre el 20 de agosto de 2023, el día que marcó su vida al anotar el gol en la final de la Copa del Mundo y enterarse después de que su padre había muerto.
Nadie la había escuchado pronunciar una palabra en los seis años que tiene de vida. Llamémosla Alicia. Solo se comunicaba con su familia a través de tímidos ruidos porque sufre un trastorno del lenguaje. Durante varios meses había trabajado con los servicios de atención psicológica de la asociación Olvidados, pero la terapia no logró que superase la barrera a la que se enfrentaba. La habían incorporado desde enero de 2025 a un coro musical, ArteSí se llama, en el que trabajó junto a niños y niñas de 5 a 15 años, donde gesticulaba aunque no saliera de su boca una sílaba. Simulaba cantar, parecía vocalizar, pero nadie escuchaba su voz. Esa voz.
A la ensayista Sophie Gilbert (Londres, 42 años) se le dibuja una mueca entre el orgullo y la pena al ser preguntada si su libro vislumbró la ola reaccionaria al feminismo. La nominada al Pulitzer de crítica periodística en 2022 por sus textos sobre cultura pop en The Atlantic describe en el ensayo Chica contra chica cómo entre los años noventa y los inicios de la década siguiente el avance feminista colapsó para dar paso a la regresión, hipercosificación e infantilización, enfrentando a toda una generación de mujeres entre sí. “Cuando el derecho al aborto fue revocado en Estados Unidos en 2022, supe que la reacción estaba llegando. La única forma de entender esta nueva regresión era mirar al pasado y comprender las bases de lo que estamos viviendo”, aclara sobre ese libro traducido por Silvia Schettin al castellano en Libros del KO y por Elena Ordeig Vila al catalán en Raig Verd.
Hay una pregunta que siempre nos desafía, y es la de si existe una identidad latinoamericana compartida. La realidad geográfica parecería negarlo si imaginamos, por ejemplo, un viaje entre la Centroamérica donde yo nací, en la estrecha cintura del continente, y las tierras australes, una distancia de miles de kilómetros equivalente a la travesía del Atlántico hasta Madrid.
El lunes 24 de noviembre el programa La tarde, aquí y ahora, presentado por Juan y Medio y Eva Ruiz, emitido por Canal Sur, llevó a una señora que manifestó que no recordaba un solo día de alegría durante sus años de matrimonio. Juan, que es un hombre que escucha y deja que los invitados tiren del hilo sin interrupciones, pidió a su invitada que contara algo que había sucedido en maquillaje. Y ella contó que había pedido que le pintaran los labios de rojo, que era algo que su marido no le dejó hacer, “porque el rojo es de fulanas”. Así que pidió el rojo más rojo de todos los rojos. “Estoy muy contenta”, dijo, que es el mejor de los resúmenes posibles que puede hacer una de sí misma.
Desde que Carlos Mazón avisó en privado a Alberto Núñez Feijóo, tras el funeral de la dana, de que pretendía dimitir, toda la estrategia de Génova estuvo dirigida a evitar unas nuevas elecciones en la Comunidad Valenciana. La dirección nacional del PP veía demasiados riesgos en una convocatoria electoral arrastrando la mancha de la fallida gestión de la dana de Carlos Mazón, así que cortó en seco la intención del expresident de pulsar el botón electoral a la vez que presentaba su dimisión. Mazón aceptó tras un tira y afloja ―tampoco tenía fuerza para otra cosa― y los populares abrieron entonces una negociación con Vox para investir a un presidente transitorio y desconocido ―Juanfran Pérez Llorca, mano derecha de Mazón― sabiendo que estaban en manos del partido de Santiago Abascal. Génova autorizó a Pérez Llorca a capitular ante los de Abascal con un discurso indistinguible del suyo en políticas climáticas y de inmigración y logró la investidura de su candidato, con la que cierra de momento la crisis valenciana, aunque a costa de exhibir su debilidad ante Vox y diluir su perfil ideológico.
Con la humanidad atemorizada por la mortífera segunda ola del coronavirus, en otoño de 2020, una revista científica publicó un estudio con la solución: los amuletos de jade de la medicina tradicional china podrían prevenir la covid. La propuesta era delirante, pero el editor jefe del semanario, el químico español Damià Barceló, defendió sus filtros de calidad. Aquella revista, Science of the Total Environment —una de las 15 que más estudios publican en el mundo—, acaba de ser expulsada del grupo de cabeceras respetables por una de las principales empresas evaluadoras, tras descubrirse decenas de artículos irregulares. El escándalo expone el pelotazo de las editoriales científicas, que en los últimos años acumulan miles de millones de euros en beneficios procedentes de dinero público destinado a la ciencia.
Lo que eran 10 generosas hectáreas de hielo han quedado reducidas a apenas unas “manchas” gélidas en la montaña leonesa. El glaciar leonés Trasllambrión encara su decadencia tras al menos 700 años seguidos, y milenios en otras épocas, cubierto de hielo los 12 meses. El aumento de las temperaturas de los últimos años “acentuado por la acción del ser humano” ha acarreado que este helero de los Picos de Europa haya mermado tanto que se puede considerar desaparecido. El científico Javier Santos, especialista en glaciares y geógrafo en la Universidad de León, lamenta la decadencia estudiada tras muchos análisis, en épocas diversas, sobre esta menguante masa congelada: “Es un golpe a un elemento singular del patrimonio natural, los heleros de los Picos de Europa son elementos muy valiosos”.
Dmitri Muratov (Samara, 64 años) habla como recién llegado de un viaje a un futuro indeseable que hoy ensombrece países que se creían inmunes. “Tengo que avisarle de que ahora mismo está entrevistando a un enemigo del Estado”, informa el periodista ruso.
Giro ideológico en la fundación que gestiona la veintena de escuelas parroquiales pertenecientes al Arzobispado de Barcelona. El patronato de la entidad se renovó en julio y pasó de siete miembros de perfil progresista a 13, la mayoría de los cuales pertenecen a movimientos ultracatólicos como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo y la Asociación Católica de Propagandistas, según ha podido comprobar en una investigación conjunta EL PAÍS y SER Catalunya. Sectores progresistas de la diócesis expresan su preocupación por este cambio y temen que ello se traduzca en un viraje conservador en sus escuelas. “Los sectores ultras se han hecho suyo el patronato”, expresa una fuente cercana a la fundación.
A Los Sírex no les llevó ni tres minutos explicar qué harían si tuvieran una escoba, pero el pasado año la película Wicked –es decir, el cuento El maravilloso mago de Oz (1900), de L. Frank Baum, desde la perspectiva de su villana– dedicó cerca de tres horas solo a narrar cómo la Bruja Mala del Oeste encontró el utensilio con el que vuela. No fue óbice para que el título protagonizado por Cynthia Erivo y Ariana Grande se convirtiese en la adaptación de Broadway más taquillera, sin necesitar más que la mitad de su libreto. Por el módico precio de otra entrada, acaba de llegar al cine la segunda mitad, Wicked: Parte 2, que en su primer fin de semana ha recaudado mundialmente cerca de 200 millones de euros (226 millones de dólares). El presupuesto conjunto orbita entre los 260 y 280 millones de euros, y esa cifra ya la cubrió con creces la entrega inicial con una taquilla de 690 millones, de modo que todo lo que esta segunda parte genere serán beneficios.
Reencontrarse con una expareja no siempre es fácil. Hacerlo ante la atenta mirada de los espectadores en prime time lo ha de ser menos. Aunque Isabel Díaz Ayuso dijo que en Madrid es imposible encontrarse con un ex, David Broncano y Paula Badosa lo hicieron en La Revuelta. “¿No me vas a saludar?”, dijo el presentador después de que la tenista, con quien rompió en 2020, estuviera varios minutos sobre el escenario hablando con Candela Peña sin presentarle atención. “Como si no estuviese aquí… Has tardado cinco minutos en saludarme”, dijo entre risas, quedando patente que tienen una amistosa relación. En tiempos de “perlas” y “shakirazos”, no es habitual ver a dos celebridades que han sido pareja mantener la cordialidad, algo que aplaude la periodista Laura Fa. “Que exista amistad entre los ex es anecdótico en la vida de las celebrities. Juegan muchas veces con el concepto ‘hemos acabado, pero tenemos buena relación’ pero la mayoría de las veces, no es cierto. He visto cómo en algunas fiestas, acaban esquivándose para no saludarse. Cuando las parejas acaban bien se nota, como pasó en la entrevista de Broncano con Paula Badosa”, asegura a S Moda. “En la prensa del corazón hubo un cambio hace unos años, donde vendía mucho más la negatividad. La gente no quería ver que todo era fantástico; desapareció el modelo aspiracional. Que en máxima audiencia nos ofrezcan esta posibilidad y funcione puede volver a marcar un cambio de rumbo. Ojalá sea así, porque nada nos gusta más a algunos periodistas que mostrar comportamientos que sean un ejemplo positivo. Algo tan costumbrista como la prensa del corazón también puede servir para formarnos”, asegura.
Si hiciéramos una lista de las aportaciones del arquitecto y urbanista Oriol Bohigas (1925-2021) a la ciudad de Barcelona, en primer lugar deberíamos citar su empeño en reconstruir el pabellón que el arquitecto Mies Van der Rohe proyectó para representar a Alemania en la Exposición Universal de 1929 y que, seis meses después de su inauguración, se desmontó y desapareció. Resulta paradójico que, siendo uno de los edificios más influyentes de la arquitectura del siglo XX, fuera invisible, y así estuvo (rodeado de mitos, olvidado en libros, idolatrado por expertos, con sus planos originales perdidos en cajones de Alemania mientras su creador vivía en Estados Unidos) hasta que un joven estudiante llamado Oriol Bohigas envió una carta al genio alemán en su exilio para preguntarle qué le parecería que un grupo de jóvenes catalanes emprendiera la aventura de la reconstrucción. Mies respondió, no sin extrañeza y con la alegría razonable que le caracterizaba, aceptando pese a las dudas que le generaba el hecho de que en el tiempo que había pasado la evolución de las técnicas y los materiales entorpeciera el proceso.
Juan Francisco Pérez Llorca, de 49 años, se convirtió este jueves en el nuevo presidente de la Generalitat valenciana gracias a la mayoría absoluta que su partido, el PP, y Vox suman en las Cortes autonómicas. Tras la dimisión de Carlos Mazón, forzado por el repudio social a su negligencia durante la trágica dana del año pasado, los populares han conseguido sortear la convocatoria de elecciones anticipadas en una autonomía crucial en el mapa político español, pero lo han hecho a costa de asumir como propios los postulados de Vox. Están en su derecho y el relevo es perfectamente legítimo. Pero Alberto Núñez Feijóo no puede obviar que ha vuelto a bendecir a una formación que cuestiona muchos de los fundamentos de la democracia liberal.
En los viernes de un estudiante universitario siempre hay un diálogo interior entre la responsabilidad y el deseo. No salir y estudiar hasta tarde, o salir con amigos a escuchar un concierto de música entre el Marais y Oberkampf. Esa era la cuestión aquel día. Se acercaba peligrosamente la mitad de noviembre y, esta vez, ganó la responsabilidad. Una decisión aparentemente sin importancia fue decisiva. No podía ni imaginar de qué manera quedaría grabada en mi memoria. Era 13 de noviembre de 2015. Pocas horas después, París se llenó de ruido y de miedo. Hubo estallidos, sirenas constantes, gente corriendo desorientada… El caos y el terror se apoderaron de la noche.
El frágil alto el fuego en Gaza ha ofrecido a la comunidad internacional un respiro tras años desgarradores de sufrimiento humano. Pero también ha obligado a Europa a enfrentarse a una verdad incómoda: la inestabilidad en Oriente Próximo no se detiene en sus fronteras, sino que afecta directamente a su seguridad, su economía y sus políticas.
Pierre Adrian es un escritor francés, tiene 34 años, en su primer libro siguió los pasos de Pasolini de Friuli hasta Roma, y el último se tradujo hace unos meses en España, se titula Hotel Roma (Tusquets), trata de Cesare Pavese, sobre todo de la última época del autor de El bello verano. Alquiló una habitación en el Hotel Roma de Turín, muy cerca de la estación, y el sábado 27 de agosto de 1950 se quitó ahí la vida. Un joven escritor siguiendo las huellas de un hombre roto, y haciendo un libro en una época en que, en España, según los últimos datos se suicidaron 4.116 personas en 2023.
De la conciencia, del orgullo, pasé al rencor. Rencor de clase. En el inicio de su monumental ensayo El hambre —y pocas son 700 páginas de tocho para un mal que, según la ONU, sigue afectando a más de 800 millones de personas en el mundo— Martín Caparrós narra una anécdota muy reveladora. Tierra seca, un tapiz de mimbre, sol de mediodía en algún lugar de Níger y una mujer de unos 30 años a la que el periodista le pregunta: “Si pudiera pedir lo que quisiera, cualquier cosa, a un mago capaz de cumplir su deseo, ¿qué le pediría?”. Ella, Aisha, se llama, responde que una vaca que dé mucha leche. Y cuando Caparrós insiste en la omnipotencia del genio la chica, vacilando, con el recelo de quien no sabe si se está extralimitando, pregunta: ¿dos vacas? Así podría comer y, con el excedente, vender buñuelos.