“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
El paritorio es la joya de la corona del Hospital de Torrejón, centro público de gestión privada. Incluso organiza visitas guiadas para mostrar a las futuras madres las instalaciones y los métodos con los que trabajan, que se basan en procesos con la mínima intervención. Cientos de familias de otras áreas sanitarias (no cápita) acuden cada año a dar a luz a Torrejón, por lo que el hospital cobra un extra al canon que tiene estipulado con la Comunidad de Madrid.
Irene de Miguel ha decidido salir a bailar en campaña. En medio de la crispación, en una contienda salpicada por la imputación del candidato socialista, las advertencias de la presidenta María Guardiola sobre una posible repetición electoral ante el bloqueo a su figura con el que amaga Vox, o la presencia constante de Santiago Abascal y su pulso al PP, la líder de Unidas por Extremadura sonríe, organiza chocolatadas y apela “a la alegría”. Solo se pone seria cuando los periodistas intentan extrapolar la situación en su comunidad a la de la izquierda nacional. “El salseo de dentro de la M-30, para dentro de la M-30″, zanja.
Ver ahora Servidor del pueblo causa perplejidad. Hace 10 años se estrenó la serie de televisión que catapultó a Volodímir Zelenski a la presidencia de Ucrania, pero entre el país que retrataba el programa y la realidad de hoy, parece que haya pasado un siglo. Sorprende de aquella comedia el uso de la lengua rusa, la utopía contra la corrupción y lo más impactante, la ausencia de la amenaza del Kremlin. Lo que proyectaba el presidente Zelenski de la ficción es lo que deseaba un 73% de la población, la que votó por él en la segunda vuelta de las presidenciales 2019. Y poco tiene que ver con la Ucrania actual.
En la montaña, los problemas suelen ir encordados a las malas decisiones. Las tomadas de forma negligente por el alpinista austriaco Thomas Plamberber (36 años) el pasado 18 de enero pueden llevarle a la cárcel, pero sea o no declarado culpable por los tribunales el próximo 19 de febrero, nada devolverá a la vida a su compañera sentimental, Kerstin Gurtner (33 años). Ambos emprendieron hace casi un año la ascensión de la montaña más elevada de Austria, el Grossglockner (3.798 m) por su arista suroeste, un itinerario largo, complejo, con tramos de escalada y especialmente delicado en invierno.
Diciembre comenzó con una tranquilidad en el PSOE granadino que solo duró un día. A partir de ahí, a cada sobresalto le sigue otro. “No recuerdo una semana igual”, dice una fuente del partido que lleva muchos años afiliada. El primer susto llega en forma de dimisión: la vicepresidenta de la ejecutiva provincial y alcaldesa de Armilla dimitió del primero de sus cargos, el del partido. Luego, simultáneamente, dos mociones de censura, una desde fuera y otra desde dentro. En Pinos Puente, PSOE e IU venían gobernando juntos hasta que IU ha decidido unirse al PP y echar al alcalde socialista. En el pueblo de Nevada, cinco concejales socialistas han presentado una moción de censura contra la alcaldesa, también del PSOE. Y en otro ámbito totalmente distinto, a continuación, la alcaldesa de Cúllar hace pública una denuncia por uso de imágenes degradantes realizadas con inteligencia artificial contra ella.
“Estoy en un buen momento de mi vida. No estoy enfadada”, dice Toni Acosta (La Laguna, Tenerife, 53 años) de sí misma. Una estupenda declaración de intenciones aunque antes de empezar la entrevista la actriz le ha afeado a un señor que fumara un puro en una terraza cerrada y este la ha llamado “gilipollas”. Acosta hace cine, teatro, televisión, radio y lo que se le ponga por delante, pero recuerda con cariño especial uno de sus trabajos. “Me cambió la carrera la serie Señoras del hAMPA. Fue un proyecto que nació cuando atravesaba un desierto sin trabajo, me puse a hacer, creé la reunión con el directivo, llevé a los guionistas… me hizo saber: cuando no tengas nada, créatelo tú”.
Hace unos meses, Mika (Beirut, Líbano, 42 años) se incorporaba como coach de la nueva temporada de La voz de Antena 3, que está a punto de elegir a su ganador. El cantante ya había aparecido en el programa de forma puntual durante la temporada pasada, como asesor de Pablo López. Este tipo de formatos no son nuevos para él. En los últimos años, ha viajado por media Europa siendo jurado en cuatro idiomas diferentes. Lo ha sido de La voz en Francia, de Factor X en Italia, y de las versiones de El piano en Reino Unido y España.
El corsé, una de las prendas más controvertidas de la moda femenina, ha regresado con versiones que llevan la movilidad el límite de lo razonable. Schiaparelli y Maison Margiela lo mostraron en pasarela el pasado mes de julio, y ahora Hailey Bieber y Kim Kardashian han lucido sus modelos en la alfombra roja de la quinta edición de la Annual Academy Museum Gala. En sus redes sociales Bieber mostró dificultades para sentarse y Kardashian, (también con el rostro tapado) llevaba la cintura tan oprimida que sus costillas se tensaban y sobresalían con efecto doloroso. Los corsés constriñen el torso para cincelar la idealizada figura reloj de arena. Para lograrla de forma permanente, recientes artículos en medios de comunicación internacionales, como The New York Times, The Cut, Allure o The Sun, se hacen eco de una nueva técnica quirúrgica que da una vuelta de tuerca a la polémica eliminación de las costillas flotantes.
La aprobación por parte de los ministros de Interior de la UE de un paquete de medidas que da más poder a los Veintisiete para expulsar a los solicitantes de asilo que han visto rechazada su solicitud como para crear centros de deportación y recepción de inmigrantes fuera de la Unión es un paso atrás en la defensa del proyecto europeo como garantía de respeto a los derechos humanos. El acuerdo — adoptado con la oposición de algunos países, entre ellos España— supone la constatación de cómo el discurso de la extrema derecha ya ha contaminado a gobiernos de diferente signo político en el interior de la Unión.
Para escribir buena literatura autobiográfica no hay que tener pudor, pero sí mucha vergüenza. A Juan Carlos I le sobra el pudor y desconoce la vergüenza. Se dirá que el Rey no tiene ambiciones literarias y que el valor de Reconciliación es el testimonio, pero la relevancia de lo testimonial depende de la actitud del testimoniante. El primer dilema al que se enfrenta quien narra su vida es puramente literario: por qué, desde dónde y hasta dónde cuenta. A los escritores se nos presenta mucha gente que presume de tener una vida de novela, y Juan Carlos de Borbón tiene varias vidas de novela, pero ni siquiera la mano dócil y experta de Laurence Debray las ha salvado del desastre literario, que equivale a un desastre histórico y político.
Había una palabra bendita en la Transición y su estela. Consenso. Como el hierro, el consenso adquirió, con el paso del tiempo, la maldición del óxido. A partir de 2011, aproximadamente, mentar el consenso era anestesiar a la población, ocultar el conflicto político y blanquear los vestigios sociales de la dictadura. Si las grandes fuerzas políticas buscaban consensuar algo importante, solo podía ser porque se quería perpetuar el sistema de castas inaugurado en la Transición. Había unas élites con sus tejemanejes y una ciudadanía que no se sentía representada por los arreglos que, ya fuera a plena luz del día o en lo oscurito, aquellas pergeñaban. Había que dinamitar los grandes pactos sobre la imparcialidad del poder judicial, las virtudes de la meritocracia, el carácter semiheroico de la Monarquía, los viáticos de la clase política o el proyecto común de España, entre otras cosas.
La noticia ya la saben, ahora —como diría Wyoming— les contaremos la verdad. La noticia es que 19 días —y 500 noches— después de publicar a toda prisa el fallo condenatorio contra el fiscal general del Estado, el Tribunal Supremo ha publicado por fin la sentencia, y la novedad es que no hay novedad.
Lo entrevisté en la plaza Santa Ana de Madrid. Hubo un momento en el que evocó, sin ser él nada de eso, a Leopoldo María Panero (“a mí me han echado de todos los sitios, hasta de un piso franco”), cuando contó que a él lo echaban de todas partes, también de los clubes de coleccionistas. Y entonces su larga y quijotesca figura de hombre en vigilante mansedumbre (había pedido té, no sin antes recordar las que había liado en aquel garito décadas antes) se inclinó hacia mí y contó la historia perfecta de la entrevista, la respuesta que sólo podía dar él, Jorge Ilegal, y que además de resumir de un plumazo su vida resumía, también, el mundo al que él aspiraba. Tiempo atrás se había hecho con una caja de soldaditos de plomo de finales de los años 20. Venían cosidos perfectamente a la caja. Jorge estaba en una coctelería con otros coleccionistas. “Me tomé una copa mientras escuchaba a uno diciéndome que jamás había que descoserlos. Me cago en la hostia. Los descosí todos, los puse en formación perfecta, los moví de aquí para allá; los coleccionistas se echaban las manos a la cabeza. ¿Pero qué te crees que va a pasar con el mundo? Todo se va a descoser. ¿A que los tiro por el váter?”. Contra los sacramentos venerados, contra los límites, contra la ley y el orden, sobre todo contra el orden, y también contra el bienquedismo (esos bienquedas que de tanto obedecer terminan acatando órdenes de no saben quién, sólo porque las obedecen otros), Jorge Martínez siempre dispuso sus armas, que podían ser desde un stick de hockey a un soldadito de plomo pulcramente cosido a su caja. Le pregunté por la muerte (“Cuido mi vida. La vida acaba mal. La vida mata”) y también cuántas veces había estado enamorado: “Prefiero no hablar de esos temas. Ni tocarlos, porque estallan”. Luego, sin su vida personal ya en la pregunta, dejó una contestación sublime: “El amor no es para todo el mundo”. Todo se va a descoser, sí, pero qué gusto cuando lo descosía él.
El próximo 1 de enero Filippo Grandi (Milán, 68 años) dejará su cargo como alto comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) después de 10 años de servicio. La semana pasada, Grandi visitó Madrid para recibir la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la defensa de los derechos de las personas desplazadas, un galardón que recibió de presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La irrupción del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) en el mercado universitario madrileño, a partir de septiembre, con unas tarifas hasta cinco veces por debajo de otras matrículas, va sin duda a trastocar todos los planes de las universidades privadas de la región. Su intención es ofertar, como centro adscrito a la Universidad Complutense (CUICAM), 150 plazas del grado de Derecho que esperan llenar ―la mitad semipresenciales―, con un precio entre los 3.500 y los 5.000 euros por curso. Y cobrar entre 4.000 (los híbridos) y 5.800 euros por sus tres másteres: Acceso a las profesiones de la abogacía y la procura, Derecho de la construcción y Reestructuraciones e insolvencias. Según su previsión, comenzarán con 210 matrículas de posgrado, sin cubrir todas las plazas, pero llegarán a los 500 inscritos en cuatro años. Y, sumados a los de grado, alcanzarán los 1.100 estudiantes.
El suelo que pisamos tiene mucho más valor de lo que a menudo se piensa y puede almacenar entre dos y tres veces más carbono que la atmósfera, como se ha incidido en una reciente reunión internacional en Panamá de la Convención de la ONU de Lucha contra la Desertificación. Los miles de millones de microorganismos de los que se compone el suelo, sus hongos, materiales y un sinfín de características imperceptibles al ojo humano capturan CO₂, filtran y retienen el agua, proveen de alimentos, generan biomasa, proporcionan biodiversidad vegetal y animal y regulan el clima. Pero sus propiedades han sido destrozadas durante siglos con pesticidas, contaminantes, residuos o el mal manejo de las tierras. La ONU calcula que hasta un 40% del suelo está ya degradado y puede llegar al 90% en 2050. Este deterioro agrava además los impactos de sequías, inundaciones, danas con lluvias torrenciales, incendios o tormentas de arena.
A finales de 2022, arqueólogos de las universidades de Granada, Murcia y Reading (Reino Unido) decidieron investigar un deshabitado y pelado otero, cerro de la Judería como se lo conoce, a las afueras del municipio de Atienza (Guadalajara). Ahora, han hecho públicos los resultados en el estudio El cerro de la Judería de Atienza: primera aproximación arqueológica, publicado en la revista Arqueología y Territorio Medieval. Los expertos concluyen que bajo las tierras de esta elevación se hallaba una aljama hebrea, rodeada de una muralla defensiva, y que fue abandonada en el siglo XIV. De momento, ya se ha localizado “un edificio que se ubicaba en la parte más elevada del cerro, dentro del posible entramado urbano de la judería: un lugar seguramente prominente y destacado”. Los especialistas concluyen que la judería debía de contar con sinagoga y hospital, dada la importancia que alcanzó en la Edad Media.
Amenazado por la reciente ola de protestas sociales que sacude Túnez, el presidente Kais Said ha tenido un choque diplomático con la UE, que apuntala la economía del país magrebí a cambio del control de la migración irregular. También se ha visto desafiado por la convocatoria de una huelga general de la Unión General de Tunecina del Trabajo (UGTT), sindicato con un millón de afiliados en un país de 12 millones de habitantes. Said, que gobierna de forma autocrática desde 2021 tras haber clausurado el Parlamento, ha acorralado en los dos últimos años a la oposición. Con el ingreso en prisión, el pasado jueves, de Nejib Chebbi Ahmed, de 81 años y líder de la coalición opositora Frente de la Salvación Nacional, casi toda la disidencia al régimen ha acabado ya entre rejas o en el exilio.
El huerto que una vez fue el legado familiar de Mina casi no registra ningún movimiento. La matriarca de 68 años, procedente de Bukan, al oeste de Irán, camina con impotencia entre los restos de manzanos y cerezos que antaño alimentaron a sus hijos y sustentaron a su comunidad. La pérdida de ingresos ha obligado a su familia y a los lugareños a mudarse a otras partes del país, especialmente a la capital, Teherán, en la que viven unos 10 millones de personas y donde tampoco hay agua suficiente. Irán suma seis años de sequía y, ahora, con la amenaza que pesa sobre Teherán de una posible evacuación de parte de la población por la falta de agua, familias como la de Mina se enfrentan a la incertidumbre sin tener claro a dónde ir.